Por una investigación más ética
Una comisión de la UPV evalúa en ocho meses más de 200 procesos de experimentación con seres vivos - Todos los estudios pasan por ese filtro
Son biólogos, antropólogos, sociólogos, médicos, pedagogos y psicólogos, entre otros profesionales. Un equipo multidisciplinar se reúne para que los experimentos con personas y animales garanticen el cumplimiento de los códigos éticos. Al igual que en los hospitales, donde los comités éticos se han generalizado para resolver los conflictos del día a día, los centros de investigación y las universidades están creando sus propias comisiones de este tipo. Eso sí, un paso por detrás de los hospitales, reconoce Victoria Camps, presidenta de la Comisión de Bioética de España.
La comisión de ética para la investigación y la docencia de la Universidad del País Vasco (UPV), que cuenta con un plantel de 27 expertos, ha analizado desde su puesta en marcha en septiembre pasado 201 procedimientos de experimentación con animales, personas y organismos genéticamente modificados. Aunque aumentan las opciones, los investigadores se muestran escépticos de que se pueda prescindir del estudio con seres humanos en los experimentos. Por ello, "cualquier investigación ha pasado por el filtro de un comité ético", destaca el secretario general de Universidades, Márius Rubiralta.
Un total de 27 expertos integran la comisión de la universidad pública
La ética se mueve a un ritmo vertiginoso, al igual que los descubrimientos científicos. Sin embargo, los comités de bioética todavía están creciendo. El propio Comité de Bioética español no ha recibido consultas y denuncias año y medio después de su creación, reconoce Camps. Eso sí, ha realizado recomendaciones para elaborar guías de buenas prácticas y un informe, positivo, sobre la ley del Aborto.
Mabel Marijuan, directora de la comisión de la UPV, destaca que lo que más cuesta entre los investigadores es "integrar los valores del mismo modo que hacen con cuestiones objetivas". Es decir, la cultura de la investigación debe interiorizar aún los valores éticos. Aunque faltan pasos por dar, Camps asegura que los comités no sirven si no hay una actitud receptiva de los laboratorios. "Hay una inquietud por la ética en la investigación", resalta. Camps aboga por mostrar todos los resultados, incluso los negativos, como un requisito ético más.
El terreno más polémico sigue siendo la experimentación con humanos. "Hasta ahora hemos sido poco cuidadosos con ellos", reconoce Marijuan. Guardar la confidencialidad, respetar el derecho a decidir y proporcionar toda la información son los criterios más importantes. En la UPV se han iniciado desde comienzo de este curso 45 procedimientos de este tipo, frente a los 136 realizados con animales y los 20 hechos con organismos modificados. Los retos bioéticos se encuentran en el área de las células embrionarias, los bancos de cordones umbilicales o la biología sintética, enumera Camps.
En la experimentación con animales, aun con más opciones, el número no deja de crecer, porque cada vez se investiga más. "Si hubiésemos hecho lo mismo que hace 30 años, hablaríamos de cifras exorbitantes", explica Marijuan. Hoy se siguen tres criterios: reemplazar a los animales siempre que sea posible, reducir su número en un mismo estudio y el refinamiento, evitar el dolor. En la UPV se experimenta sobre todo con ratones, ratas y ranas, además de murciélagos, moluscos y, en contadas ocasiones, conejos. "Es preferible utilizar moscas a conejos", ejemplifica Marijuan. Por ello, se impulsa la investigación con peces cebra, ya que se conoce todo su genoma, similar al humano. No se emplean primates, que suponen el 0,1% de los animales usados para experimentar en Europa.
La UPV acoge desde ayer el séptimo Encuentro de la Red de Comités de Ética de las Universidades Españolas, en el que se debate sobre las opciones existentes, las guías de buenas prácticas o el consentimiento para investigar con humanos. Los posibles reemplazos son las simulaciones informáticas, los vegetales o los cultivos de tejidos y células. "Es difícil que vayan a sustituir por completo a los animales y las personas", matiza Marijuan. En 2005, se emplearon 595.597 animales en experimentos en España, 12 millones en Europa y 50 millones en todo el mundo.
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