_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El más difícil

"Siempre que se encuentren en una encrucijada y no sepan qué camino seguir, que elijan siempre el más difícil". Este es el consejo que el falso general Della Rovere, interpretado por Vittorio de Sica en la película con ese título dirigida por Roberto Rossellini, le hace llegar a la mujer del verdadero general para que le sirva de guía en la educación de sus hijos.

Nunca se tiene seguridad en que se va acertar en el camino a elegir cuando nos encontramos ante una encrucijada. No hay garantía de éxito. Esto nos ocurre no sólo a los individuos, sino también a los grupos o asociaciones que constituimos en nuestra convivencia e incluso al conjunto de la sociedad políticamente organizada de la que formamos parte. A lo largo de la vida de los individuos, de las asociaciones, de las sociedades nacionales o incluso supranacionales, como la Unión Europea, siempre se van a presentar momentos cruciales, en los que hay que jugársela optando por un determinado camino. En tales casos, el criterio del general Della Rovere me parece que es el que debe presidir la elección. No es garantía de éxito, pero reduce el riesgo del fracaso.

Lo que ocurre es que optar por el camino más difícil es doloroso. De ahí que la reacción primera sea evitarlo e incluso convencernos de que no es lo más conveniente, porque se puede salir de la encrucijada de manera si no completamente indolora, sí menos dolorosa. La evidencia empírica de que disponemos nos indica que esta segunda opción aparentemente menos dolorosa suele ser un espejismo, que no solamente no es la respuesta adecuada, sino que al final nos acaba llevando a que se imponga el camino más difícil, pero sin haberlo elegido, es decir, impuesto por las circunstancias y con costes todavía mayores.

En estas últimas semanas hemos podido comprobarlo en múltiples frentes. En Alemania, la canciller Angela Merkel se ha resistido a enfrentarse a la crisis de la deuda griega por temor a perder las elecciones en Renania-Westfalia y al final ha perdido las elecciones y ha tenido que enfrentarse con dicha crisis, junto con los demás países del euro, con un mayor coste para todos. En España, la resistencia del Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero a elegir el camino más difícil para hacer frente a la crisis económica, no nos ha evitado el tener que acabar siguiéndolo, pero con un coste mayor tanto tangible como intangible.

A una escala mucho menor, en Andalucía también estamos asistiendo a un caso de resistencia a seguir el camino más difícil en un momento crucial en la operación de fusión de Unicaja y Cajasur. Por lo que sabemos, la fusión no es una opción para Cajasur, que, de no fusionarse con Unicaja, tendría que ser intervenida por el Banco de España. El margen de maniobra del que se dispone en estos casos es prácticamente cero y cuanto más tiempo se deja transcurrir, menos. Enturbiar el proceso de toma de decisiones con apelaciones sentimentales localistas a las que pueden anudarse operaciones políticas de corte populista cuando no inequívocamente ventajistas, únicamente conduce al fracaso y a hacer que los costes sean superiores.

En Castilla-La Mancha hemos tenido ocasión de comprobarlo. El fracaso de la operación de fusión de CCM con Unicaja en las condiciones en que la operación era económicamente viable, condujo a la caja castellano manchega a un callejón sin salida. Sé que el refrán nos enseña que nadie escarmienta encabeza ajena, pero espero que esta vez el refrán vea excepcionada su vigencia y que nadie tenga que arrepentirse por no haberse atrevido a seguir el consejo del general Della Rovere.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_