Paro en puertos de la ría de Vigo por el juicio a dos marineros
Fueron arrestados en una protesta contra la marina de Massó
El fiscal ratificó ayer la petición de 10 meses de prisión por resistencia a la autoridad a dos marineros de Cangas -los hermanos José y Francisco Javier Costas- contrarios a la construcción del puerto deportivo de Massó, tras la celebración de juicio oral en el juzgado de lo penal número 2 de A Parda (Pontevedra), que ha quedado visto para sentencia. La expectación a primera hora de la mañana era máxima, al concentrarse a las puertas del edificio unas 200 personas, entre vecinos, marineros y ecologistas que, pancarta en mano, lanzaron consignas de apoyo a los acusados. Antidisturbios en dos furgonetas vigilaban la concentración.
Y mientras el ministerio público se ratificó en la acusación, los dos abogados de la defensa ponían en tela de juicio la actuación de los guardias civiles (algunos uniformados y otros de paisano) que protagonizaron ambas detenciones el pasado 22 de septiembre. "Se extralimitaron", coincidieron, un "exceso" que corroboraron varios testigos que los tacharon de "agresivos" y "nerviosos". En la sala, en señal de apoyo, se encontraban el edil Mariano Abalo y Benito González y José Antonio Gómez, responsables de las cofradías a nivel gallego y provincial. En esa línea, los puertos de la ría, a excepción de Vigo, pararon ayer su actividad, según informó el patrón de Cangas, Evaristo Fernández. "No queremos una guerra contra nadie", subrayó, sólo "defender" los puestos de trabajo.
El fiscal pide para los acusados 10 meses por resistirse a la Guardia Civil
El día de los hechos, un grupo de unas 50 personas se concentró en el entorno del polémico puerto. Alrededor de las 13.30 horas José Costas se distanció del grupo y, en ese momento, un vehículo camuflado de la Guardia Civil, "oscuro" y "a gran velocidad", según los testigos, se aproximó a apenas "dos metros" del marinero, mientras los agentes uniformados identificaban "sin problema" al resto de manifestantes. Sus compañeros de paisano bajaron del vehículo y en apenas un minuto "se abalanzaron sobre él", cuando Costas hizo ademán de mostrar el DNI. En ese momento le cogieron "dos o tres" guardias por cada brazo -"me hicieron sangre" dijo el acusado-, le esposaron e introdujeron en el vehículo.
Desde el instituto armado aseguran haberse identificado primero, dicen que el detenido se negó a hacer lo propio "de forma reiterada" y añaden que además "se resistió con violencia". El hermano del detenido, que se acercó al ver la escena, fue también arrestado al intentar cogerle las llaves de la moto y el móvil, tal y como José le había solicitado. Los guardias destacaron que hubo "empujones, patadas e insultos" de la muchedumbre que intentó impedir las detenciones.
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