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Reportaje:LIGA EUROPA | El Atlético vuelve al Olimpo

"Lo hemos pasado mal, esto es el Atlético"

De Gea y sus compañeros sienten que el trofeo les reivindica

José Marcos

Hamburgo amaneció como si fuera el Calderón y anocheció más castizo que nunca, con los 22.000 aficionados del Atlético y la plana mayor y menor del equipo invocando a la marabunta rojiblanca a la plaza de Neptuno. "Nos lo merecemos porque somos la hostia y porque Forlán es indescriptible", decía el central Domínguez sonriendo como el gato de Alicia en el País de las Maravillas. Todos coincidieron.

El Kun acaparaba todas las muestras de cariño. "¿Viste? ¿Qué te dije de quién metía los goles? ¡Pero tampoco estuvieron mal mis regates!", se reía como un niño. Le salían las palabras a borbotones, feliz, dichoso. Así explicó el segundo tanto, el gol que valió la gloria: "Corrí y luché el balón y cuando fui a centrar a Diego le dije que la picara al primer palo, se ve que me hizo caso y estoy muy contento por todo", expresó. Aunque, ambicioso como pocos, agotado como estaba, sacó fuerzas de flaqueza: "Ahora tenemos que concentrarnos en la Copa del Rey que es también un partido muy importante", afirmó.

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Atrapados por la euforia, por los 14 años que llevaba el equipo sin oler un título, por recobrar el hilo ganador de los vencedores de la Recopa de 1962, los jugadores del Atlético corrieron a reconciliarse con sus aficionados. Perea les aplaudía enfundado en la bandera de Colombia. "Es un momento de fiesta, no hay que parar de celebrarlo, porque es un momento histórico. Un orgullo. Lo mejor que me ha pasado en la vida", dijo alborozado el central, que despejó muchas de las sombras que le acechaban: "Los aplausos de burla del Bernabéu me los tomé a broma, nunca me había pasado, pero no le doy más importancia de la que tiene. Aunque es cierto que ha sido un año complicado. Cuando alguien no está muy acertado lo mejor es dejarle tranquilo", señaló. Y amplió: "Cualquier gesto de que estamos contigo en ese momento no sirve de mucho. Hay que dejarle tu espacio. Que reflexione. Que reaccione. Que piense. Y ya está".

Mientras, a su vera, Assunção les dedicaba palabras ininteligibles con la bandera de Brasil. "Dios mío, qué alegría, que Dios esté contigo y con tu familia", era lo único que repetía. Para el presidente del Atlético, Enrique Cerezo, hay que ir paso a paso. "Voy a disfrutar la gran noche rojiblanca, visitando la fuente de Neptuno nada más aterrizar", aseguró. A lo que intervino Reyes, con una bandera rojiblanca atada a la cabeza: "Todo esto es impresionante. Se lo vamos a dedicar a toda la afición y a todos los atléticos, tanto a los que han venido como a los que se han quedado en Madrid. Son momentos de mucha emoción y tenemos que celebrarlo".

Se le escapaba la risa a Reyes, que perdió la anterior final que disputó -Champions League con el Arsenal y frente al Barcelona en 2006-, y que señaló sin rubor alguno al técnico Quique Sánchez Flores. "Ha sido mi salvador, el que me ha ayudado desde que llegó", aclaró, consciente de que no hace tanto el Calderón le silbaba nada más tocar la pelota. Por ahí pasaba Antonio López, santo y seña de la afición colchonera. "Es mi primera final, mi primer título y encima lo levanto yo", celebró el capitán rojiblanco, que recogió la copa de manos de Michel Platini, presidente de la UEFA, y la alzó al cielo al tiempo que caía una lluvia de papeles plateados. "No hay palabras para expresar lo que siento. Siempre he estado orgulloso de vestir esta camiseta y hoy (por ayer) es el día más feliz de mi vida. En cuanto podamos estaremos con toda la afición, que se lo merecen", finalizó López.

Recogió el testigo De Gea, coronado con 19 años. "Hemos merecido ganar aunque ha habido momentos en los que lo hemos pasado mal, pero el Atlético es así", comentó el meta.

Los jugadores del Atlético no se aguantaban las ganas de llegar a Madrid. De bañarse en Neptuno. Como Raúl García. "En cuanto lleguemos le vio a poner el pañuelo de San Fermín al cuello... Nos merecíamos un título ya", se fue como unas castañuelas el centrocampista. "Para eso regresé aquí. Y este es el primero. Nos da mucha moral para la final de Copa", cerró Jurado.

Hablar del título, hablar de la final, era hablar de un solo futbolista. "Forlán ha sabido aprovechar como buen delantero sus oportunidades. No nos ha permitido recuperarnos cuando ya estábamos encaminados hacia los penaltis... uno puede ver el partido con todos los sentidos 20.000 veces, pero acertó la asistencia de Agüero. ¿El defensa que falló? Todos somos humanos...", dijo del gol que lo cambió todo Roy Hogdson, técnico del Fulham.

Acabó el partido y el Atlético se coronó campeón. La mayoría lo celebró sobre el césped, en el campo o en Neptuno. Hubo, sin embargo, quien lo hizo mirando al cielo. "Hablé con el cielo durante la prórroga", dijo Miguel Ángel Gil, consejero delegado. "Mi padre hubiera disfrutado como el que más. Yo vi el partido en otra parte del palco a la principal y en el minuto 90 me he metido en una sala sin tele ni nada. Cuando escuché el gol nuestro salí a ver los últimos cinco minutos. Diego [Forlán] y Sergio [Agüero] han fabricado un trozo de la historia de este maravilloso club".

De Gea despeja un balón.
De Gea despeja un balón.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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