La deuda, una obsesión de las capitales
Bilbao tiene las cuentas más saneadas de España, con un pasivo de 3,9 millones
Pese a estar inmerso en importantes proyectos, como el centro cultural de La Alhóndiga, el Teatro Campos, el Palacio de los Deportes y el Polideportivo de Miribilla, Bilbao se ha revelado como la capital de provincia española con las cuentas más saneadas. Los datos a 31 de diciembre de 2009 divulgados por el Ministerio de Economía y Hacienda sitúan la deuda de la capital vizcaína en 4 millones (11 euros por habitante), lo que supone una reducción del 64% respecto al año anterior, y le coloca muy lejos del siguiente en la lista, Huesca (17 millones). Peor parados, aunque sin salir de la zona media de la tabla, se ubican San Sebastián (107 millones) y Vitoria, con 118 millones, un 73,2% más que el ejercicio anterior.
Controlar el gasto corriente y unificar servicios son claves para frenar el déficit
Bilbao aprovechó los años de bonanza para amortizar la deuda
Bilbao
¿Cuál es la fórmula del Ayuntamiento bilbaíno para presentar una salud financiera tan buena respecto al resto de capitales de provincia? En primer lugar conviene aclarar su punto de partida. La última operación de endeudamiento del consistorio (222 millones) se produjo en 1997, durante el mandato de Josu Ortuondo. Desde entonces, Bilbao se ha dedicado a pagar esa deuda sin concertar más. En 2009, cuando sólo le quedaban por amortizar 3,9 millones, el alcalde, Iñaki Azkuna, optó por endeudarse por primera vez en todo su mandato. Precisaba 22,8 millones para sacar adelante los grandes proyectos que hay en marcha en la villa.
Dicha operación se incluía en un presupuesto marcado por un fuerte descenso de las previsiones de recaudación fiscal y la devolución trianual de 27,6 millones al fondo Udalkutxa.
Lo verdaderamente sorprendente, a priori, es que Bilbao fuera capaz de ir pagando su deuda durante 12 años sin aumentarla mientras seguía apostando por los grandes proyectos que tanto han transformado la villa en los últimos años. La explicación radica en que buena parte de su importe fue sufragado en varios ejercicios y el ayuntamiento no se hizo cargo en solitario de ellos, sino que otras instituciones cofinanciaron su coste. Aún así, hubo mucho más trabajo de cocina detrás.
El director de Presupuesto y Contabilidad del Ayuntamiento, Carlos Urgoiti, explica las claves que sirvieron para mantener el equilibrio pese a la deuda y más aún cuando algunos años después llegó la crisis económica. En su opinión, es preciso esforzarse en elaborar cada año cuentas "rigurosas". En concreto, adquiere vital importancia saber prever los "ingresos reales" que recaudará el consistorio, algo que muchas veces no ocurre, ya que hay ayuntamientos que tienden a inflar este capítulo.
"Es el principal problema de las administraciones: Prevén ingresar 100 que en realidad se quedan en 80. Eso hace que los puntos de partida ya sean irreales", explica Urgoiti. Pero, ¿cuáles son las medidas a tomar para que no se dispare la deuda? "Sobre todo hay que controlar que el gasto corriente -luz, agua, personal y limpieza, entre otras cosas- no suba en exceso", señala Urgoiti. Quizá pueda parecer que ese apartado no tiene un peso tan determinante en el presupuesto, pero en el caso de Bilbao absorbió 168 de los 517 millones de euros de 2009. Este año lo han reducido un 5%. Uno de las medidas más importantes, según Urgoiti, ha sido "centralizar varios servicios" y aprovechar "las épocas buenas para ir amortizando la deuda".
Así las cosas, los proyectos en marcha en la capital vizcaína no corren peligro alguno, ya que el margen que maneja el Ayuntamiento es todavía muy amplio. En Vizcaya los consistorios tienen que solicitar autorización a la Diputación, que ejerce la tutela económica sobre los consistorios, cuando pretenden solicitar crédito si se hallan en determinadas situaciones, como que en la última liquidación tengan ahorro neto negativo o que la deuda existente y la nueva que se pretendan solicitar supere el 110% de los ingresos corrientes.La capital vizcaína no se ha visto en esa situación y carece de un Plan foral de Estabilidad Presupuestaria -sólo uno de equilibrio aprobado por el pleno- y por eso no tiene limitaciones expresas.
Vitoria
Vitoria era la capital vasca más endeudada en 2009 (118 millones), pero la concejal de Hacienda, Marian Gutiérrez, asegura que el pasivo del Ayuntamiento, ahora situado en 109 millones, es "perfectamente asumible" y, en su opinión, el indicador que mejor ilustra esa afirmación es ese 2,13% que supone la carga financiera sobre el presupuesto total de este año. Asimismo, Gutiérrez matiza que "más de la mitad de la deuda formalizada (el 52,5% -57,27 millones-) viene de legislaturas pasadas".
Con un presupuesto 31 millones más bajo que en 2009, el consistorio vitoriano ha decidido abrir una línea de crédito para poder disponer de 178 millones extra, a fin de garantizar la continuidad de los proyectos estratégicos de la ciudad, aunque la responsable de Hacienda recalca que el hecho de que exista esa opción "no quiere decir que tengamos que recurrir a ella". Gutiérrez indica que el Ayuntamiento, como el bilbaíno, ha hecho un gran esfuerzo en reducir gasto corriente y en unificar servicios. En opinión de la edil de Hacienda, si un consistorio quiere evitar problemas siempre debería tener claro "hasta dónde puedes y quieres" llegar a la hora de contraer deuda y visualizar el horizonte a medio y largo plazo. Proyectos como el Auditorio y el soterramiento del ferrocarril, que suman un coste de más de 600 millones de euros, han obligado al gobierno de Patxi Lazcoz a acumular pasivo, aunque Gobierno vasco y la Diputación alavesa cofinancian los grandes proyectos.
San Sebastián
En San Sebastián el descenso de los ingresos del fondo foral Udalkutxa y la crisis del urbanismo, que le ha impedido vender varios inmuebles municipales, han contribuido a incrementar el pasivo municipal, aunque de forma "moderada", según apunta la concejal de Hacienda, Susana García Chueca. De hecho, tanto la Diputación guipuzcoana como el Estado han situado la deuda donostiarra por debajo de los máximos permitidos. La Ley de Haciendas Locales marca que el déficit no puede superar el 110% de los ingresos corrientes y San Sebastián se encuentra en un 65%.
Pese al déficit que arrastra, el consistorio ha procurado "no cargar la actual coyuntura económica sobre el ciudadano", de modo que los impuestos no subieron por encima del IPC en 2009 y este año la intención de los responsables municipales es la misma. Controlando el gasto corriente el ayuntamiento ha logrado ahorrar 1,2 millones para destinarlos a inversiones con el objetivo de que la ciudad "no se pare". Aún así, los responsables municipales y el resto de instituciones públicas no han podido evitar retrasar al año que viene el inicio de las obras del Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera. No obstante, las inversiones previstas para la ampliación del Museo de San Telmo y el Centro de Derechos Humanos de Aiete sí han podido mantenerse.
En la zona media de la tabla
San Sebastián, con 185.357 habitantes, ocupa la 28ª posición en el ranking y acumula una deuda menor que otras ciudades con parecida densidad demográfica, como Burgos y Santander, que presentaban un pasivo de 133 y 132 millones, respectivamente, según los datos del Ministerio de Economía y Hacienda a 31 de diciembre de 2009. Sin embargo, hay otros municipios con un volumen de población similar que disponen de unas cuentas más saneadas. Es el caso de Pamplona (69 millones) y Almería (62). Y eso que la capital navarra ha visto crecer su déficit un 20,6% respecto a 2008.
El caso de la capital alavesa (235.920 habitantes y 118 millones de deuda) es similar. Su ubicación en la lista (20º) es intermedia respecto a otras capitales de provincia equiparables en términos demográficos. Granada, con 234.325 habitantes censados, acumula un pasivo bastante mayor que Vitoria, con 167 millones, un 13,5% más que en el ejercicio anterior. Lo mismo ocurre, aunque en menor medida, con Oviedo. Su deuda ha bajado un 0,9%, pero sigue siendo considerable: 135 millones. Mejores resultados que Vitoria arrojan Santa Cruz de Tenerife (97 millones), con casi el doble de deuda que en 2008, y A Coruña, con 76 millones de euros.
La situación bilbaína, con la deuda más baja de las 52 capitales de provincia, no es comparable, salvo en población, a Las Palmas (115 millones), Alicante (153) o Córdoba (313).
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