"Sabemos que hay que mejorar"

Fernando Alonso es un piloto de esos que muchos definen como killer, un eufemismo que en el ámbito deportivo califica a quienes, a la mínima ocasión que se les plantea, sacan ese instinto asesino que esconden en su interior. A lo largo de su trayectoria, el español ha demostrado que una de sus mayores cualidades es la capacidad que tiene para optimizar los medios de los que dispone, acorde con las circunstancias que se generan a su alrededor durante una carrera. Saca petróleo de donde no lo hay como certifican los dos títulos mundiales que consiguió con Renault (2005 y 2006) y la infinidad de grandes premios en los que se ha ido a casa con un botín mucho más valioso del que inicialmente se podía prever.

"En condiciones normales, la cuarta plaza era lo máximo a lo que podía aspirar"

En la primera cita del curso, en Bahrein, se le coló por el interior a Felipe Massa al abordar el primer viraje y se situó segundo. Esa maniobra resultó decisiva al final, cuando el Red Bull de Sebastian Vettel, el líder, tuvo un problema en una de sus bujías y dejó la pista libre al asturiano, que de esa forma pudo comenzar a lo grande su aventura con Ferrari. En China ocurrió algo parecido y la víctima volvió a ser su compañero de equipo. Al enfilar el carril de los talleres pegado al brasileño, Alonso detectó un pequeño hueco, le tiró el coche y ganó una posición. Ayer volvió a sacar tajada de la desdicha de sus rivales, aunque tampoco empleó la segunda plaza obtenida para disfrazar el repaso que durante todo el fin de semana les había dado Red Bull.

"Me voy mucho más contento de lo que inicialmente esperaba", dijo Alonso, que superó a Vettel en la 54ª vuelta, cuando el alemán se vio obligado a una parada suplementaria en los garajes para colocar un juego nuevo de neumáticos blandos. "He visto que Sebastian tenía algún problema con su coche y que ha entrado en el pit lane. Pensaba que se reincorporaría a la pista y que iría muy rápido, pero el equipo me ha dicho que algo no le funcionaba y que circulaba muy lento", detalló.

El ovetense aún consiguió subir un peldaño más a última hora, cuando, en la penúltima vuelta, el neumático delantero izquierdo del McLaren de Lewis Hamilton reventó, lo que provocó que el británico perdiera el control y terminara estrellándose contra la barrera de neumáticos.

"Ganar dos posiciones de esa forma y en las últimas vueltas es algo excepcional. Sabe casi mejor que un adelantamiento. Ha sido un buen regalo para la afición porque, en condiciones normales, la cuarta plaza era lo máximo a lo que podía aspirar", reconoció Alonso, que esta semana llegará a Mónaco en el segundo puesto del Mundial, a sólo tres puntos del líder, Jenson Button.

"Tenemos que mejorar. Eso lo sabemos y lo hemos visto esta semana, sobre todo en algunas áreas concretas del coche. Estoy contento, pero necesitamos sumar cuatro o cinco podios seguidos", ahondó Alonso, que, a pesar del apabullante dominio del Red Bull de Webber, concluyó con un mensaje de optimismo: "Habrá circuitos en los que estemos más cerca de ellos y otros, como este, en que nos será más difícil. Pero tenemos un coche y el potencial para luchar por el título".

En menos de una semana, por los toboganes de Montecarlo, sabremos si la tesis de Alonso se ajusta a la realidad.