101 tantos para ir segundo

En lo más álgido de la temporada 1997-1998, Cristian Vieri metió tres goles al Salamanca en el Helmántico. El Salamanca respondió con cuatro. El partido acabó 4-3 y al salir del campo, el nueve, desolado, acusó a todos sus compañeros de falta de compromiso. Ayer de madrugada, mientras abandonaba el restaurante donde cenó con su familia, Gonzalo Higuaín parecía encabezar un cortejo fúnebre. Le siguieron los padres, Jorge y Nancy, y sus hermanos Nicolás y Lautaro. "¡Es increíble que no podamos ganar la Liga!", lamentaban. A pesar de haber goleado al Athletic (5-1), y a pesar de haber sumado 27 tantos en esta temporada, cifra que lo convertía en el máximo realizador madridista, Higuaín se sentía frustrado. Desdichado como Vieri en el Helmántico pero sin poderle echar la culpa a nadie más que a la magnitud del Barcelona.

La ira de Higuaín tiene fundamentos históricos. El Madrid ha marcado hasta ahora 101 goles. Si no gana la Liga, será la segunda vez en la historia del campeonato que un equipo que supera los 100 gritos no logra el título. La primera fue el Barça en la Liga 1996-1997.

Desde que la Liga la disputan 20 equipos, sólo se han superado los 100 goles en cuatro ocasiones. El primero en superar la barrera fue el Madrid de la Quinta, que metió 107 goles en la Liga 1989- 1990 gracias a la contribución de una delantera en la que se destacaron Hugo Sánchez (38 tantos), Martín Vázquez (14) y Butragueño (10). Le siguió el Barça de Robson, la temporada 1996-1997, con 102 goles, con Ronaldo como principal artillero (34 goles). El tercero fue el Barça de Guardiola, la temporada pasada, con 105 tantos, con Eto'o (30) y Messi (23), y luego este Madrid de Higuaín (27) y Cristiano (26), dos goleadores empeñados en torcer un destino que parece escrito.

Vista con perspectiva, la cifra es extraña. Se necesitan futbolistas muy especiales para marcar con una frecuencia media superior a los dos tantos por partido. El Madrid de Pellegrini ha logrado hacer una media de 2,7 goles por jornada. El técnico asegura que es el resultado de un trabajo táctico que le ha llevado una temporada de perfeccionamiento. Pellegrini dice que ha conseguido que el Madrid juegue de tal forma que florecen las virtudes de sus atacantes, con Cristiano a la cabeza. "Nos hemos adecuado a las características de Cristiano", dice. "Elaborando más el juego habría sido difícil que el Madrid haga tantos goles. Si jugamos como jugamos es porque buscamos un funcionamiento ofensivo determinado. Ha sido mérito del equipo el haberse podido adecuar a las características de Cristiano".

Si el equipo juega para Cristiano, el mérito del melancólico Higuaín, obligado a adaptarse, es doble. La frecuencia anotadora del Madrid lo aproxima a la producción del equipo de Di Stéfano y Puskas en la temporada 1960- 1961 (tres goles por encuentro). Lejos queda el caso más notable de la historia, aquel Madrid de la Quinta, con 3,6 dianas por partido. La andanada que firmaron Suárez, Evaristo y Kubala con el Barça en la campaña 1958-1959 (3,2 goles por partido), o de la media del Barça del mismo Kubala acompañado por César en la Liga 1951-1952, cuando también superaron los tres goles de media, son los otros casos inscritos entre las marcas más grandes de la Liga.