El Consell debe mil millones a empresas de obra pública, según el PSPV

El portavoz de Infraestructuras y Transporte del grupo socialista en las Cortes Valencianas, Francesc Signes, denunció ayer que la Generalitat adeuda 1.000 millones de euros a empresas de la obra pública, con lo que "está poniendo en peligro la continuidad de las contratistas y miles de puestos de trabajo".

Según Signes, el Consell "está incumpliendo el Plan de Agilización de Pagos con las empresas de obra pública". En ese sentido, recordó que en febrero el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Gerardo Camps, se comprometió con la Federación de Empresas de la Comunidad Valenciana de Contratistas de Obras de la Administración (Fecoval) a poner en marcha antes de abril un Plan de Agilización de Pagos para solucionar la deuda pendiente.

"Estamos en el mes de mayo y la patronal ha denunciado el retraso en el abono de los pagos pendientes", denunció. "Ni siquiera se les ha pagado el 10% de lo que se les debe", añadió. El socialista aventuró que "cuando lleguen los pagos, las empresas habrán empezado a cerrar" y subrayó que "atraviesan una situación muy grave y crítica".

Signes atribuyó los impagos al "endeudamiento de la Generalitat y la parálisis de la Consejería de Infraestructuras". Según afirmó, la Generalitat "no tiene capacidad de negociación con las entidades financieras por su elevado endeudamiento y, por lo tanto, los avales para pagar a estas empresas no se pueden ejecutar". Signes deploró, además, la falta de licitación de obra nueva y recordó que un reciente informe de la Cámara de Contratistas reveló que la Consejería de Infraestructuras "sólo destina 26,6 millones a obra nueva en el presupuesto de 2010".