El plan del puerto de Málaga se enreda por el proyecto de un hipermercado

Recuperar los muelles 1 y 2 del puerto de Málaga como un espacio más de la ciudad es una vieja aspiración que comparte sin fisuras la sociedad malagueña, que no en vano acumula ya tres décadas de trabajo en el empeño. Lo que nunca ha resultado fácil, ni reunido el mismo consenso, es qué hacer con ellos, definir los usos más adecuados para hacer que tan privilegiado escenario en el mismo centro histórico de la ciudad.

El debate sobre el futuro del puerto de Málaga salta episódicamente a primer plano, y ahora, cuando se suponía que todo marchaba ya en su recta final, vuelve a hacerlo tras conocerse la pretensión de la concesionaria de la zona comercial del muelle 1 de instalar un hipermercado. ¿Tantas alforjas para este viaje? es la cuestión que en los últimos días vuelven a discutir los malagueños y que ha llevado al presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, a "abrir un período de reflexión". Es el enésimo parón en un camino que está resultando tortuoso.

Muelle Uno Sea Shopping reserva para el ocio 14.000 metros cuadrados

La dificultad de acertar se hizo ya evidente en el primer plan especial del puerto, aprobado por el Ayuntamiento en 1998. Desde entonces, se han llegado a aprobar cuatro distintos, lo que da idea de la sucesión de discrepancias entre la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento.

Unión de Iniciativas de Marina de La Farola, la concesionaria que en 2005 obtuvo por concurso la explotación de los espacios comerciales del muelle 1, alcanzó un acuerdo con Carrefour para instalar un hipermercado, que confía actúe como locomotora para reclutar otros comercios.

El proyecto Muelle Uno Sea Shopping contempla un espacio de ocio de 14.000 metros cuadrados que tendrá tiendas, restaurantes y locales lúdicos, unos 70 establecimientos en total, según el plan de la concesionaria, que reconoce que está teniendo muchos problemas para comercializar los espacios. "No era lo mismo las expectativas de explotación en 2005 que la realidad de ahora, en plena crisis", explica Linde.

Para la concesionaria, la incorporación de Carrefour es estratégica hasta el punto que es lo que permite hacer viable el proyecto. La cuestión está en que el pliego de condiciones establece que los comercios a instalar deben ser de "alta calidad".

La concesionaria debe aún explicar qué tipo de hipermercado sería exactamente. En principio, el plan del puerto no contemplaba establecimientos de alimentación. Además, tampoco cabe una gran superficie, con lo que el establecimiento no puede superar los 2.500 metros cuadrados. En principio, el supermercado ocuparía 2.000 de los 14.000 metros cuadrados de superficie comercial del muelle 1, que discurre paralelo al Paseo de la Farola. El resto se completaría con pequeños comercios que sí estarían dispuestos a instalarse si hay una firma que les haga "de locomotora", como Carrefour. Meses atrás, la concesionaria anunció el compromiso con el restaurante El Café de París, el primero de Málaga que obtuvo una estrella Michelín, de abrir un establecimiento en Muelle Uno Sea Shopping, lo que promocionó como ejemplo de la apuesta por la calidad y singularidad del proyecto.

El Ayuntamiento de Málaga no tiene ningún proyecto propio de usos en el puerto, donde sí hay por ejemplo una intervención de la Junta, que financia el proyecto de El Palmeral de las Sorpresas que ocupará el muelle 2, junto al paseo de Los Curas. Linde no oculta que el supermercado no es precisamente el establecimiento que más le gusta para uso ciudadano del puerto y duda de su encaje, aunque no cierra puertas. "Más que los usos me preocupa la arquitectura, porque los primeros pueden cambiar a lo largo del tiempo, pero la arquitectura tiene vocación de permanencia", explica Linde.