Un agujero negro y varias ausencias

Joaquim Nadal, consejero de Infraestructuras de la Generalitat de Cataluña, exigió en Valencia "la reparación del agujero negro" que reflejaba el mapa de redes ferroviarias transeuropeas elaborado en 2004 a lo largo de toda la costa mediterránea de España. Nadal apuntó que el ministro de Fomento ya ha asumido la necesidad de tapar ese agujero. "José Blanco ha comprendido la lógica aplastante del eje arco mediterráneo". El consejero catalán apuntó la reciente adjudicación de los estudios sobre la conexión de alta velocidad y ancho europeo entre Castellón y Tarragona y presumió que antes de dos años los puertos de Barcelona y Tarragona tendrán salidas ferroviarias de ancho europeo.

Nadal celebró el éxito de la convocatoria del Instituto de Estudios Económicos Ignasi Villalonga y dijo: "La fuerza unida de las instituciones, empresarios y sindicatos no permite alcanzar todos nuestros objetivos. Aquí, hoy, la política no separa, une. No destruye, construye".

El consejero catalán subrayó su radical acuerdo con Mario Flores, su colega valenciano, en lo relativo al eje mediterráneo. "Flores y yo hemos coincidido siempre, por encima de cualquier cuestión partidaria".

Pero Flores no asistió al acto. Ni ningún otro representante de la Generalitat valenciana.

Nadal tomó la palabra junto a dos representantes del gobierno balear y de Andorra. La organización sugirió que el consejero valenciano llegaría más tarde. Pero Flores no llegó.

No participó en el acto el Ayuntamiento de Valencia. Ni la Cámara de Comercio de Valencia.

Tampoco se dejó ver el secretario general de los socialistas valencianos. Jorge Alarte envió como representantes a Cristina Moreno y Joaquim Puig. El senador Joan Lerma sí se dejó caer en el Palacio de Congresos.

Las ausencias de Flores y Alarte provocaron cierto malestar entre las decenas de representantes patronales congregados en Valencia. "Estaba toda la sociedad civil y hemos echado de menos a la sociedad incivil", bromeó un empresario valenciano que prefiere mantener el anonimato. Otros apuntaron que el fallecido José Ramón García Antón, que fuera consejero de Infraestructuras, no habría dejado de asistir a un acto de semejante calado.