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Las directoras de cine europeas, contra el ostracismo y los clichés

El mundo del cine no es fácil para las mujeres que están detrás de las cámaras. Al menos en España, donde según la Asociación de Mujeres Cineastas y de los Medios Audiovisuales (Cima), solo siete de cada 100 realizadores son mujeres. Para debatir sobre las causas y plantear soluciones, Isabel Coixet, Agnès Jaoui y otras cineastas europeas se reunieron ayer en Santiago, en el marco del II Encuentro Internacional que se cierra hoy en el Centro Galego de Arte Contemporánea de Santiago.

Frente a un café con pastas y acompañada de cuatro colegas, Coixet, recién llegada de la exposición universal de Shanghai y todavía algo descolocada por el efecto del desfase horario, explicó que el escenario ideal sería aquel en que una asociación como Cima no fuese necesaria. Criticó la "comedia burda" que triunfa en España y se quejó de los estereotipos que perduran en los personajes femeninos. En el mismo sentido se expresó Jaoui, ganadora de premios de la Academia Francesa del Cine y el Festival de Cannes, que abomina de clichés como el de la "buena madre de antes".

El éxito de la estadounidense Kathryn Bigelow, flamante ganadora del Oscar a la mejor dirección, también apareció en la conversación. "El artista no tiene que ser un hombre o una mujer, pero es curioso que la primera que triunfa sea la directora más masculina del mundo", bromeó Jaoui. "Se habla mucho del cine de mujeres, pero ¿a que a nadie se le ocurre preguntar a un director por el cine de hombres?", indicó la española Patricia Ferreira. Para Coixet, los temas que se abordan no tienen por qué variar en función del sexo del director. "Nadie está pidiendo que hagamos películas como La Casa de Bernarda Alba, todas las mujeres en una especie de cocoon", aclaró.

En la comparación entre países, España sale perdiendo. Según la cortometrajista Carin Bräck, en Suecia la cuarta parte de los directores son mujeres. En Francia el 30%, a tenor de lo dicho por Jaoui. "Es difícil hacer películas, pero no por ser mujer", insistió. Aquí, Coixet está en desacuerdo. "Cuando dos jóvenes salen de la academia de cine, tienen en frente una montaña. El hombre lleva zapatos buenos, pero la mujer lleva unos tacones así de altos", señaló en su intervención ante el auditorio.

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