Silva y Mata sentencian al Xerez

A falta de Villa, reservado ayer una hora por Unai Emery para que se recupere de tantos moratones, el Valencia recurrió a sus otras dos estrellas. Ausentes el sábado en Cornellà ante el Espanyol, Silva, por sanción, y Mata, por descanso, estuvieron ayer frescos para resolver el encuentro. Pletóricos. Y aseguraron prácticamente el tercer puesto a expensas de visitar el sábado al Villarreal y recibir al Tenerife en la última jornada. El Xerez, en cambio, firmó casi su defunción en Primera pese a su admirable esfuerzo en una excelente segunda vuelta. Si hoy gana el Málaga en San Mamés, el equipo de Gorosito habrá descendido artiméticamente.

Estaba triste Mata últimamente, relegado a algunas suplencias, eclipsado por la irrupción tardía de Vicente, con algunas dudas sobre su inclusión en la convocatoria de Vicente del Bosque para la selección española. Y una primera parte fúnebre de su equipo, incapaz de crear ocasiones de gol ante el colista, sin la mínima tensión requerida en un tramo final. Pero expiraba el primer tiempo y un central del Xerez se colgó sobre la torre de Zigic con la consiguiente infracción al borde del área. Mata pensó que era lo que necesitaba. Y, en ausencia de Villa, no hubo quien le discutiera el lanzamiento. Le pegó de rosca, a media altura, muy apurado al palo izquierdo de Renan, el portero cedido por el Valencia, que pudo hacer más. Le faltó potencia en el brazo izquierdo.

El gol fue un puñetazo en el estómago para el Xerez de Gorosito, tan solidario y bien organizado como en toda la segunda vuelta. Tan veloz en sus salidas a la contra. Avisó ya en una de ellas el rapidísimo Orellana, el chileno que se medirá a España en el Mundial de Sudáfrica. Concretó el argentino Armenteros en el segundo contragolpe, remachando una jugada de Víctor Sánchez.

El Valencia ya salió con más nervio en el segundo tiempo. El que marcó el capitán, Marchena, en la línea defensiva de cuatro. Se anticipó una y otra vez e inició el ataque valencianista. Buena noticia para Del Bosque. Después de una temporada con muchas lesiones, Marchena llega fino al sprint.

Banega y Baraja afianzaron el control en el centro del campo al tiempo que Silva y Mata fueron sintiéndose cada vez más superiores a sus rivales. El desmarque de Mata a la espalda de la defensa andaluza lo leyó perfectamente Silva. Y el remate del primero fue de manual: al primer toque, cruzado y con la pierna mala, la derecha. El noveno gol de Mata, a dos de los que consiguió en la Liga el pasado curso, en la consagración de un jugador tan joven, 22 años, como fiable. Silva se agigantó en la segunda parte y estableció una sociedad letal con Mata. La pareja de zurdos intercambió los papeles. El pase fue esta vez de Mata para que Silva empalara con la zurda a gol, su octavo tanto en el torneo.

Con el partido resuelto, Emery dio descanso a Baraja, que se encaminó a la ducha paseándose lentamente desde el centro del campo, una marcha emocionante para El Pipo, que sabe que puede ser uno de sus últimos suspiros en Mestalla después de 10 años extraordinarios. El público se dio cuenta y le ofreció una cálida despedida.