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Entrevista:PEDRO MARTÍNEZ DE LA ROSA | Piloto de Sauber

"Ahora soy menos apasionado"

El regreso a las pistas fue la mejor noticia que recibió Pedro Martínez de la Rosa a mediados de enero. El barcelonés tenía un buen empleo como probador en McLaren, pero deseaba un volante oficial. "Ser piloto de pruebas, sin poderme subir al coche por la prohibición de los tests, me deprimía", afirma. Logró su objetivo. Renunció a bastante dinero, pero en el Gran Premio de Bahréin recuperó todas las sensaciones de pilotar en la fórmula 1. Peter Sauber le dio esa posibilidad. Ahora, llega a Montmeló tras un pésimo arranque en el Mundial: sólo ha acabado una carrera de cuatro. A los 39 años, vive una segunda juventud.

Pregunta. En 2000 dijo que, si alguien le cortaba el paso en la pista, se lo llevaría por delante. ¿Sigue siendo tan agresivo?

"Con la edad buscas tener gente a tu lado que te diga lo que piensa, aunque duela"
"Merezco hacer una buena carrera ya... Siempre me he sentido piloto"

Respuesta. No. Con el tiempo te haces más inteligente, mucho más cerebral y menos apasionado. Y entiendes que para conseguir un buen resultado en una carrera debes llegar al final. En este largo trayecto he aprendido muchas cosas: debes cuidar el coche, los neumáticos, el motor..., debes cuidarte tú. A mis años, necesito muchas más horas para recuperarme. Pero también es muy bonito porque eres capaz de sacar rendimiento a muchas áreas de tu cuerpo y de tu coche que antes ni siquiera sabías que existían.

P. ¿Puede concretar?

R. Trabajo mucho para estar siempre en el peso exacto. Sabes leer mucho mejor una carrera y analizar mejor y más críticamente todo lo que has hecho para ser más fuerte en la siguiente. Tienes mucho menos miedo a las críticas. Te sientes más fuerte. Aceptas y casi buscas tener gente a tu lado que te diga lo que piensa, aunque a veces te duela. La edad te ayuda a diferenciar lo que realmente es importante.

P. ¿Cambiaría alguna decisión?

R. Cuando miro atrás, cambiaría un millón de cosas. Si de algo he pecado es de tomarme las cosas con demasiada trascendencia. Me daba miedo incluso analizar en profundidad mi rendimiento en algunas carreras y eso me impedía crecer. A veces, me ha faltado relativizarlo todo.

P. Al final, ¿acaba descubriendo que todo eso de la F-1 es un engaño?

R. No. Pero es un deporte. Es cierto que todo adquiere más trascendencia porque hay miles de personas pendientes de ti. Pero ¿eso es importante? No. Llegas a la conclusión de que es igual que cuando estaba corriendo en karting frente a 10 espectadores. ¿Quién me estaba viendo allí? Mi padre. Y era la persona más importante del mundo. Debes concluir que lo que haces ahora no es más trascendente que lo que hacías entonces. Practicas un deporte y la cuestión es seguir ofreciendo tu mejor rendimiento.

P. Y en la F-1 nunca se depende de uno mismo, sino del coche.

R. Absolutamente. Por desgracia, es un deporte en el que la máquina te marca. Debes acostumbrarte a no buscar excusas en el coche, en el motor o en los frenos.

P. ¿Qué pensó cuando Sauber dijo que le estaba costando la adaptación?

R. Que no era cierto, ya que me adapté más rápido de lo que yo mismo creía. Pero no me afectó. Después, rectificó porque el problema real estuvo en el coche.

P. Para el Gran Premio de España, ¿estarán resueltos los problemas?

R. Habrá una mejora aerodinámica importante y tendremos un nuevo conducto F [dispositivo que aumenta la velocidad punta en las rectas]. Mi objetivo será entrar en los puntos. Merezco hacer una buena carrera ya.

P. ¿Afecta la presión de la fórmula 1 a la relación familiar

[De la Rosa está casado y tiene tres hijas]?

R. No, ahora ya no. Puedo decir con orgullo que, cuando me voy de un circuito, soy una persona mucho más madura. Soy capaz de cerrar la puerta y ahí se quedan los problemas. He dado un paso de gigante porque soy capaz de compartimentar las cosas y separar el trabajo de la familia.

P. Comentó en Australia que la carrera no le gustó, que no se divirtió porque el coche no le daba para defenderse de Schumacher ni de Alguersuari.

R. Me divierto cuando puedo defenderme. Lo que más me gusta de las carreras es la lucha, el tú a tú. Cuando te has quedado sin neumáticos al final, tienes el fondo del coche roto y lo estás pasando mal para mantenerte en el asfalto, no disfrutas.

P. Con un volante oficial, ¿vuelve a sentirse piloto?

R. Siempre me he sentido piloto. Pero ahora me lo paso 100 veces mejor. La gran diferencia con el año pasado es que vuelvo a sentir la pasión de las carreras y que me noto mejor piloto. Y eso es independiente del coche.

P. ¿Fue frustrante tener que trabajar sólo en el simulador?

R. Fue mi peor año. El cambio de reglamento, prohibiendo los tests, dejó sin contenido el papel del piloto de pruebas. Sentí que no aprendía. Sabía que debía plantearme volver a correr o cambiar de empleo. Fue muy duro.

P. ¿Pensó en algún momento que podía correr para McLaren?

R. Hasta 2008, cuando fichó a Kovalainen, tuve muchas esperanzas. Pero luego me planteé que debería cambiar de equipo. Y es lo que he hecho. Mucha gente cree que me conformaba siendo piloto de pruebas. No es así. Siempre quise volver a la parrilla, pero hasta ahora no hallé un volante.

P. Ya lo tiene. ¿Le permite desarrollar todo su potencial?

R. Tenía muy claro que debía volver a correr. Aprendo, me lo paso bien y tengo un equipo que mejorará mucho esta temporada. No tengo derecho a quejarme.

Pedro Martínez de la Rosa, en una sesión de entrenamientos en Jerez en febrero pasado.
Pedro Martínez de la Rosa, en una sesión de entrenamientos en Jerez en febrero pasado.ASSOCIATED PRESS

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