Los sindicatos auguran un "conflicto laboral" si se recortan prestaciones
El Primero de Mayo apenas moviliza a los ciudadanos pese al alto desempleo
Grecia y su crisis fiscal estuvieron muy presentes ayer en un Primero de Mayo marcado por una escasa asistencia. Tal vez por eso de las barbas, el vecino y lo que hay que poner a remojar, temen los sindicatos que las exigencias de los mercados lleven al Gobierno a recortar tanto los presupuestos como para que Zapatero se desdiga y acabe por recortar el gasto social. Así que aprovecharon su día grande para lanzar una advertencia. Y lo hizo Cándido Méndez, el líder de UGT, el sindicato más próximo al PSOE: "No sabemos qué significa un presupuesto restrictivo para 2011 [en referencia a unas palabras de la ministra de Economía, Elena Salgado], si eso significa rebajar la protección por desempleo habrá un conflicto laboral de alcance". A su lado, el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, asentía.
"La solución al paro no está en la reforma laboral", afirma Toxo
Méndez acusa al Gobierno de falta de pedagogía durante la crisis
Salvada la Gran Depresión, los mercados, la banca y las agencias de calificación exigen recortes fiscales y una reforma laboral para salir de la crisis, un camino que los sindicatos aborrecen. Así que ayer decidieron pasar al ataque. "Quienes han provocado esta crisis campan a sus anchas", clamó Toxo. Señalado el culpable, lo siguiente es rechazar sus recetas. "No se puede engañar a 4,6 millones de parados diciéndoles que la solución está en la reforma laboral", tronó el líder de CC OO, quien lamentó que los Gobiernos de la Unión Europea no tomen medidas "para embridar a los mercados".
"Hay muchas reformas más urgentes que la del mercado de trabajo", prosiguió Toxo. También Méndez expresó su poca fe en esta reforma como vademécum contra el paro, y propuso un pacto a tres años para superar la crisis y consolidar la economía. Para los sindicatos, tiene mucha más importancia que fluya el crédito para que se comience a crear empleo.
Pese a ello, antes de comenzar la manifestación, el principal responsable de UGT había mostrado su confianza en que el pacto con el Gobierno y los empresarios se alcanzara antes de acabar mayo. Acompañaba a esta reflexión el ya tradicional sonido del grupo de tambores de jóvenes de CC OO que acompaña a casi todas las movilizaciones sindicales y el de un señor con abrigo -pese al soleado día que hacía ayer en Madrid- que tocaba la Internacional con una armónica. Salvo la amenaza de huelga general que lanzó Méndez -al fin y al cabo, ésa es la traducción del eufemismo "conflicto laboral de alcance"-, las críticas al Gobierno fueron blandas, de escasa entidad. El líder de UGT lo acusó de falta de pedagogía en esta crisis, pero no fue mucho más allá. Y no faltó el rechazo al retraso en la edad de jubilación.
También la patronal CEOE se escapó de los ataques de los líderes nacionales. Sí que la tuvieron presentes los dirigentes sindicales regionales madrileños. "Hay que exigir responsabilidad a los empresarios, no podemos aceptar que desde CEOE se hable de despido y flexibilidad", clamó el responsable madrileño de UGT.
Méndez, en cambio, sí que se acordó del Partido Popular, pese a que no gobierna: "El principal partido de la oposición es poco patriota y poco responsable, porque no para en barreras para atacar".
Ni estas palabras -ni las que pronunció Toxo- arrancaron los aplausos del poco público que acudió a la convocatoria, que en 2010 tenía por lema Por el empleo con derechos y la garantía de nuestras pensiones. Las pocas ovaciones que se oyeron en la Puerta del Sol, donde finalizó la manifestación que había comenzado en Cibeles, eran apagadas por los gritos de un grupo del PCE y de Izquierda Anticapitalista. "¡Huelga! ¡Huelga!", reclamaban.
Los datos de paro, oficializados el viernes, y la dureza de la crisis llevaban a pensar que en esta ocasión el Primero de Mayor recuperaría su carácter reivindicativo original. Al final, primó el carácter festivo que ha marcado la jornada en los últimos años. La agencia Efe, que calcula la asistencia a través de una empresa especializada en el conteo de manifestantes, cifró en 5.766 el número de participantes. Los organizadores elevaron el cálculo hasta 60.000, que sumaron a los 50.000 que cifraron en Barcelona y los 25.000 de Valencia.
Además de los sindicatos mayoritarios, también los minoritarios USO, CNT y CGT convocaron actos para celebrar el Primero de Mayo. Queremos empleo, queremos futuro era el lema de la primera de estas organizaciones. Por su parte, en Francia, también las pensiones y el empleo protagonizaron los lemas del Día de los Trabajadores. Mientras, en Alemania, la jornada estuvo marcada por el enfrentamiento entre jóvenes neonazis y extremistas de izquierda, informa Efe.
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