_
_
_
_

¡Comaneci está en San Blas!

La mejor gimnasta de todos los tiempos se ejercita con una veintena de niñas madrileñas y les recomienda: "Hay que marcarse pequeñas metas cada día"

Amaya Iríbar

Si usted fuera aspirante a escritor y le permitieran un mano a mano con, digamos, Gabriel García Márquez para discutir sobre su próxima novela probablemente sería la persona más feliz del mundo. O tal vez se paralizaría. Pues imagine si se trata de una pequeña gimnasta de siete u ocho años y de repente entra por la puerta Nadia Comaneci, la mejor gimnasta de todos los tiempos, la única que ha trascendido las fronteras de esta disciplina minoritaria para convertirse en un icono universal del deporte.

Pues eso pasó ayer en el polideportivo municipal de San Blas, donde una veintena de chavalas esperaba ansiosa a media mañana la llegada del mito. La excitación con la que habían recibido la gran noticia a principios de semana se transformó sobre el tapiz en risitas nerviosas para disimular la timidez. El mito ya no tiene nada que ver con aquella niña rumana que en Montreal 1976 copó las portadas de todo el mundo. Ha sustituido el flequillo, la coleta y el lazo de algodón por una melena larga; el gesto adusto y concentrado por una sonrisa permanente y operada; y la mirada apagada por un brillo en los ojos.

Causa en sus seguidoras la misma admiración que en Montreal 76

Lo que sí mantiene es un cuerpo atlético, en plena forma y casi tan flexible. Lo pudieron comprobar las niñas cuando hizo con ellas, y con la olímpica española Almudena Cid, los ejercicios de calentamiento.

Comaneci tiene ya 48 años y es toda simpatía. Pero causa en sus seguidoras el mismo efecto que en Montreal, la más profunda admiración. Y eso que ninguna de las jóvenes participantes había nacido cuando la rumana acaparó sus grandes éxitos: cinco oros, tres platas y un bronce en dos Juegos Olímpicos y, sobre todo, el primer 10,00, la perfección. "Para mí siempre es un gran placer volver al gimnasio. Me trae muy buenos recuerdos de mi infancia y me sigue sorprendiendo y haciendo muy feliz que 34 años después me conozcan", confesó la gran campeona, que regenta un gimnasio en Oklahoma (EE UU) con su marido, el también campeón olímpico Bart Conner.

La sesión se prolongó algo más de una hora. Las chicas pasaron por el suelo, la barra y las paralelas. Nadia se puso el traje de entrenadora para ayudar a las más pequeñas en la barra y corrigió todos sus movimientos. En inglés, claro. El gimnasio, elegido porque es la única instalación de la capital en el que se puede practicar gimnasia artística, la recibió con una gran pancarta de bienvenida: "Welcome Nadia".

Comaneci está en Madrid como enviada especial de la Fundación Laureus para promover la actividad física entre los niños: "Es la forma más fácil en la vida de hacer algo por ti mismo. Todos podemos. Y aprendes muchas cosas que luego te servirán para la vida adulta". Un consejo más: "Tienen que mantener la pasión por lo que hacen, marcarse pequeñas metas cada día para intentar ser mejores. Y trabajar mucho. No hay caminos fáciles".

A las niñas, por ahora, les basta con tenerla cerca. O con mirar esa foto y ese autógrafo. Siempre podrán decir: "Yo me entrené con Nadia Comaneci".

La gimnasta Nadia Comaneci, durante el entrenamiento en el polideportivo de San Blas.
La gimnasta Nadia Comaneci, durante el entrenamiento en el polideportivo de San Blas.LUIS SEVILLANO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_