No todo irá sobre ruedas

Están contentos, pero tienen dudas. A los representantes de las asociaciones pro bicicleta de Madrid les gusta la nueva ordenanza de movilidad presentada hace unos días por el concejal de Seguridad del Ayuntamiento, Pedro Calvo, ya que incluye por primera vez un capítulo exclusivo en el que se detallan los derechos y deberes de los que pedalean. Los amantes de las bicis creen que con esta norma se empieza a tener en cuenta la presión de los ciudadanos que utilizan este medio de transporte.

Pero tienen dudas. No están seguros de que la norma vaya a ser eficaz, y creen que necesitarán seguir concienciando a la gente para que respete las nuevas reglas. El papel impreso no cambia los hábitos, aseguran, y hasta que el Consistorio madrileño no modifique la infraestructura de la ciudad para hacer valer la ordenanza no quieren cantar victoria.

Los colectivos piden campañas de concienciación del Ayuntamiento

Para el portavoz de la asociación Pedalibre, Iñaki Díaz de Etura, la nueva ordenanza es valiosa, aunque demasiado genérica. Dos son las reglas más novedosas a su parecer: que se permita la circulación de bicis por el carril-bus, "definitivamente el lugar más seguro para nosotros", y que se establezcan las pautas que los ciclistas tendrán que acatar en las zonas peatonales. "Antes de esta ordenanza eso era un limbo. Nadie sabe qué es lo correcto en esos espacios", afirma. Las demás reglas, considera, ya se llevaban a la práctica en cierta medida. Lo más destacable es que la nueva norma ayudará a concienciar a los conductores "insensibles", asegura Díaz de Etura.

Según la ordenanza, el Consistorio tendrá que especificar mediante señales en qué espacios peatonales podrán entrar las bicicletas. Pedalibre espera que el espíritu de la norma sea la accesibilidad y no la limitación.

La nueva normativa especifica también que las bicis podrán circular por la mitad de la vía, que serán los ciclistas los que establezcan su velocidad (con un máximo de 30 kilómetros por hora) y que los coches no podrán adelantarles.

José Ginés, uno de los participantes más activos de Bici Crítica, movimiento que lleva a cabo justo este fin de semana La Criticona, su celebración anual para reivindicar espacios ciclistas en la ciudad, califica la nueva ordenanza como "pequeños pasos titubeantes" del Ayuntamiento de Madrid para reconocer a la bici como un verdadero transporte alternativo. "Esperaremos a ver si adaptan la ciudad para que todo marche bien".

Tanto Pedalibre como Bici Crítica esperan que la ordenanza vaya acompañada de más campañas de concienciación por parte del Ayuntamiento, para que la gente, y sobre todo los conductores, sepa exactamente en qué consisten las nuevas reglas y se apliquen en las calles lo más pronto posible. La nueva normativa todavía tiene que ser aprobada por la junta del gobierno local.

Lo que sí tienen claro los ciclistas es que no es el momento de esconderse. Creen que sus campañas y manifestaciones son las que han logrado el cambio en la actitud de los políticos. Por eso Bici Crítica espera que este fin de semana se reúnan, por lo menos, 2.500 ciclistas en La Criticona, que se celebrará el sábado a las seis de la tarde en la plaza de Cibeles. "Eso demostrará nuestra fuerza", dice Ginés.

Otro grupo de ciclistas, creadores del blog En bici por Madrid, organizan hoy el primer BiciViernes, para fomentar el uso de bicicleta para ir al trabajo. "Puede que el Ayuntamiento algún día haga carriles-bici, que algún día tengamos nuestro espacio vial propio, pero mientras tanto no nos vamos a quedar con los brazos cruzados. La ordenanza es el primer paso", asegura Antonio Fabregat, uno de los cuatro organizadores del nuevo evento.