"Es la recompensa a tanto sufrimiento"

Hace seis meses el Atlético era un equipo sin horizonte. Hace seis meses el Atlético no daba pie con bola en la Liga, y era un desastre en Europa. Hace seis meses el Atlético era una broma, sin apenas equipo para competir al máximo nivel. La llegada de Quique Flores y la conjura del vestuario, reanimaron al club de tal manera, que es el único conjunto español que permanece en Europa, y el único que disputará dos de las finales de la temporada: esta Liga Europa y la Copa del Rey, el 19 de mayo en el Camp Nou ante el Sevilla.

"Es un orgullo representar a nuestro país y siento una satisfacción infinita", celebró comedido Quique Flores. "Las alegrías se miden según la profundidad de donde vienen, y nosotros estábamos en lo más hondo del pozo. Sabemos de dónde venimos, ahora que estamos en la superficie, que todos celebren lo que hemos conseguido", añadió el técnico rojiblanco, que no supo definir la verbena que se montó en el vestuario. "No tengo vocabulario para describirlo. Eran como niños de colegio. Verlos así me ha emocionado y me ha hecho disfrutar como pocas veces".

"Eran como niños de colegio. Verlos así me ha emocionado", dijo el técnico rojiblanco

"Hemos negado al Liverpool, y eso tiene un mérito enorme", resumió Forlán

"Es que hemos sufrido de todo durante el año, pero al final, mira por donde, salen las recompensas", decía un Reyes alborozado. "Es lo mejor que puede haber en el fútbol... jugábamos y no ganábamos, jugábamos y no ganábamos, y por fin salió a relucir el trabajo", añadió Simão.

Mientras el extremo portugués mantenía la compostura delante de las televisiones, el resto de la expedición se fundía en un mar de abrazos. "Es lo más importante que me ha pasado en los 15 años que llevo en la casa", balbuceaba Antonio López. "Los goles de ellos, sobre todo el de Aquilani, han sido un trago muy amargo, pero hemos reaccionado como unos campeones", añadió De Gea, que en la temporada de su debut europeo cuajó un muy buen partido con una parada espectacular ya en el primer minuto.

La felicidad que transmitía el rostro del joven portero, de 20 años, era totalmente diferente del gesto serio contraído y adusto de Rafa Benítez. "Hicimos muchos méritos, estuvimos encima de ellos, pero al final fueron mortales a contragolpe", opinó el preparador del Liverpool. "Ha sido una verdadera lástima", añadió compungido Pepe Reina. "Quizá nos ha costado la eliminatoria el hecho de que el Atlético sale muy bien a la contra por la velocidad de sus delanteros, mientras que nuestro ataque es más estático", continuó Benítez, más cuestionado que nunca, tal y como él reconoció a su manera. "No hemos estado a la altura de las expectativas, y ahora sólo podemos pensar en terminar la temporada lo mejor posible, y pensar ya en la siguiente".

"Hemos negado al Liverpool, y eso tiene un mérito enorme", expresó Forlán, el protagonista de la noche, el que con su gol devolvió al Atlético a su sueño europeo. Agüero jaleó al uruguayo al grito de "¡Diegol!".

Fue escuchar el silbato, que indicaba el final del partido, y los jugadores del Atlético corrieron como locos a celebrar la clasificación a la esquina, donde les esperaban los 2.600 aficionados rojiblancos que habían viajado hasta Liverpool. Como los gestos de cariño no pararon, Agüero y Forlán salieron del vestuario para continuar el jolgorio con los hinchas del Calderón, que estuvieron modélicos y terminaron vitoreando al Liverpool

El Atlético nunca ha disputado dos finales en siete días. Hay que remontarse a 1975 para encontrar un precedente similar, en los 107 años de historia del club. Ese año jugó primero la final de la Intercontinental a doble partido, el 12 de marzo en Argentina, y el 10 de abril en el Calderón, ganando el título a Independiente. Tres meses después, el 5 de julio, disputó la Final de Copa, que perdió por penaltis contra el Real Madrid. "Para eso vine, para disputar títulos y finales europeas y de lo que sean", finalizó Agüero exultante.