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Reportaje:

"Nunca quise la pelota"

Mourinho dice que desdeñó el balón ya que el Inter no tenía ninguna posibilidad de marcar

Eleonora Giovio

Cuando el árbitro pitó el final del encuentro, Mourinho salió disparado del banquillo y fue a celebrar la victoria al otro lado del campo. Provocador hasta el final, al técnico portugués sólo le faltó arrodillarse delante de los aficionados del Barça. Arriba, muy arriba, estaban los hinchas del Inter. A Mourinho le cayó de todo: decenas de botellas e incluso una silla. Hasta que se encendieron los aspersores y el portugués se fundió en un abrazo con sus jugadores. "Tengo 47 años y me quedan 23 años más. Ganaré, perderé, lloraré y saltaré de alegría. Tenía todo el derecho de ir a celebrarlo con mi afición", comentó.

El Inter está en una final 38 años después y el portugués, después del dominio del Barça durante todo el partido, irrumpió en la sala de prensa diciendo que el Inter se mereció un empate a cero y que Luis Figo -anoche de nuevo sentado en el banquillo- tenía que darle las gracias. "Sólo a un entrenador estúpido no le gustaría entrenar al Barcelona, pero también sería estúpido si pensara que este odio se puede convertir en amor. Se ha creado en torno a mí algo imposible de convertir en positivo, así que lo más probable es que acabe lejos de aquí. Eso sí, Figo me tiene que dar las gracias porque ahora es querido y apreciado y soy yo el que se ha convertido en el enemigo", continuó.

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Los jugadores del Inter se marcharon del estadio con cara de haber corrido tres maratones seguidos. "Hemos hecho un gran trabajo de grupo", aseguró Lucio. "Hemos demostrado una vez más que sabemos defender bien", dijo Maicon. ¿Pero, salir con ese planteamiento fue cosa de Mourinho o del Barça que les empujó hacia atrás?, le preguntaron al lateral brasileño. "Es que no había otra cosa que hacer. Con la calidad que tienen los jugadores del Barcelona sólo podíamos defender. Sabíamos que era complicado venir aquí a imponer nuestro juego", explicó. Mourinho achacó que el Inter se cerrara atrás a la lesión de última hora de Pandev.

"Hemos jugado toda la Champions con tres atacantes. Hoy no. El partido empezó mal ya con la lesión de Pandev y con la expulsión de Motta nuestras posibilidades de marcar se han reducido a cero. Luego controlamos, ellos con la pelota y nosotros con diez hombres", analizó. Y continuó: "Cerramos los espacios y jugamos con concentración. Sin organización y espíritu táctico podríamos haber encajado cuatro goles pero nos sacrificamos. Es difícil jugar contra un equipo que es el mejor del mundo haciendo circular el balón. Les dije a mis jugadores que les dejaran el balón y presionaran con una línea de cuatro o de cinco. No quise nunca la pelota".

Mourinho, que confesó en San Siro que jamás pierde el sueño en la víspera de un partido importante, ayer se quejó primero de que "unos fuegos artificiales" no dejaran dormir al equipo hasta las cuatro de la mañana en el hotel donde estaban concentrados y luego que algunos inspectores de Hacienda fueran a buscar a Eto'o. "Han ido a reclamarle pagos por impago de impuestos", se quejó el portugués. Personas allegadas al jugador explicaron que varios inspectores se presentaron a las seis de la tarde en el hotel para una inspección que él ya había pasado.

El camerunés, que se marchó del estadio con unos enormes cascos blancos, confesó que cuando sonó el himno del Barça casi empieza a cantarlo en automático. "Doy las gracias a Dios por la victoria. El partido parecía interminable y se calentó más de lo debido. El público me ha hecho vivir una gran noche, yo siempre querré al Barça. Casi se me escapan por la boca las letras del himno hoy...", comentó. No detuvo ahí sus piropos. "El Barça es el mejor equipo del mundo. Puede perder, como hemos visto en esta eliminatoria, pero esto no quita que sea el mejor equipo del mundo. Ha sido fiel a su estilo".

Eto'o disputará de nuevo la final. Será el 22 de mayo contra el Bayern Múnich -Ribéry no podrá jugar tras ser sancionado con tres partidos por la UEFA por su expulsión en semifinales contra el Lyon- en Madrid, en el Bernabéu, en un escenario que también conoce muy bien. "Ahora puedo jugar esa final. Es una oportunidad que no hubiera imaginado cuando salí del Barça. Entonces lo más probable era pensar que el Barça iba a estar ahí". También estará en el Bernabéu Cambiasso: "No me supone ningún pensamiento negativo. Soy feliz porque volveré a encontrarme con muchos amigos", afirmó el jugador argentino.

Victor Valdés recrimina con dureza a Mourinho su manera de celebrar la victoria tras el partido
Victor Valdés recrimina con dureza a Mourinho su manera de celebrar la victoria tras el partidoAFP

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

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