"No hay que dramatizar"
Decepcionados, los azulgrana ya atienden a los cuatro partidos de Liga que quedan
En el vestuario azulgrana cayeron lágrimas por más que algunos de los compañeros enfilaran el túnel de vestuarios al grito de "¡Barça, Barça!". Los jugadores se lamentaron porque su propuesta no fue suficiente, porque no generaron las ocasiones de gol para batir por dos dianas al Inter. Pero Guardiola, siempre pendiente y paternal, entonó palabras reanimadoras. "Nos dijo que estaba contento por el trabajo realizado", desveló Pedro. "Nos dio ánimos y nos invitó a seguir así", amplió Touré. "Que tuviéramos la cabeza alta", añadió Piqué. No sirvió de mucho.
Guardiola se barruntaba el partido que le plantearía el rival y por la mañana le aclaró a Touré que jugaría de central. "No me ha tocado defender mucho", aclaró el futbolista, consciente de que el Inter apenas pasó del centro del campo con la pelota controlada; "pero ha habido un momento complicado con Diego Milito, un tío que juega muy bien al fútbol". Diego, como los cuatro jugadores avanzados neroazzurri, no tocaron el balón. "Han venido a parar nuestro juego como fuera y el árbitro se lo ha permitido", convino Alves. "Sabíamos que se iban a cerrar y han realizado un partido de mucha tensión", agregó Pedro. "Han jugado igual que el Chelsea el año pasado", intercedió Touré. "Pero no hay que quitarle el mérito al Inter, ha defendido muy bien", elogió Piqué; "Hay que asimilar la derrota igual que la victoria". Remató Alves: "No hemos sido capaces".
Para los jugadores del Barça, el tanto anulado de Bojan fue una losa difícil de digerir. "No creo que la tocara con la mano. Pero el árbitro sí y sólo nos queda aceptar la decisión", resolvió de mala gana el propio Touré. "Creo que el gol es legal", manifestó Pedro. "No hablo más de los árbitros, que están adquiriendo un papel demasiado importante, más de lo que les toca", se dejó llevar Piqué, que expresó el sentir general del vestuario: "Estamos jodidos". Pedro recogió el testigo: "Aunque estamos contentos porque lo hemos dado todo, también nos sentimos demasiado decepcionados". Alves se posicionó: "Tristes por perder la eliminatoria, por la gente, por todo". A lo que Piqué replicó: "Pero no hay que dramatizar. Es un partido de fútbol".
La derrota no da tiempo, sin embargo, a la depresión. El Barça visita el sábado El Madrigal, estadio del Villarreal. "Tenemos que recuperarnos", deseó Pedro. "Espero que no afecte por duro que sea. Si queremos ganar algo, hay que pasar esto", ahondó Alves. Y Touré, realista, se miró los bolsillos: "Normalmente estas cosas afectan, pero nosotros somos profesionales y tenemos que pensar que sólo nos queda la Liga" (cuatro partidos). A Joan Laporta, presidente del Barça, también le preocupa: "Este equipo merece una gran ovación porque ha dado la cara en todo momento. Hay que subir los ánimos y dar una alegría a la afición con la Liga".
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