El PSPV reclama un debate sobre el 'botellódromo' en Valencia

Carmen del Río, concejal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, propuso ayer encontrar una zona alternativa al campus de Tarongers de la Universitat de València "para que la juventud se pueda reunir y relacionar" sin molestar a los vecinos. Actualmente, la parte trasera del campus, la más cercana al barrio de San José, se convierte en un botellón masivo la víspera de festivos.

"No estamos defendiendo un botellódromo", matizó la edil, pero se mostró a favor de iniciar un debate en Valencia como el que saltó hace unas semanas en Alicante, donde la alcaldesa, Sonia Castedo, del PP, lanzó la idea de acotar parte del suelo del puerto urbano para el esparcimiento nocturno de los jóvenes. Del Río apostó por "afrontar la realidad" que supone el botellón de Los Naranjos y buscar una "zona de ocio destinada a espectáculos públicos y actividades recreativas". La concejal socialista adelantó que un buen lugar "podría ser junto al edificio Veles e Vents del puerto [en la dársena de la Copa del América]" o en zonas afectadas por el circuito de fórmula 1.

El 'botellón' y los bares castigan la plaza del Xúquer, según los socialistas

El botellón de Tarongers toca de cerca el área ZAS (zona acústicamente saturada) de la plaza del Xúquer. El gobierno local acordó en 1996 declarar la plaza como ZAS por la cantidad de molestias que causaban los locales de la zona y su público; además, estableció un cordón "de respeto" en torno a la ZAS que restringía cualquier actividad ruidosa. Con el tiempo, denunció del Río, han abierto muchos establecimientos en la zona de respeto, "lo que sumado al botellón en el campus de Tarongers agrava la situación".

Antes que Alicante, varias ciudades de la España meridional ya trataron la problemática del botellón urbano. Granada, por ejemplo, habilitó un espacio a las afueras para los fines de semana. En el caso de Málaga, un céntrico bulevar, el paseo de Los Curas, congregaba una media de 2.000 jóvenes cada viernes y sábado hasta que las obras del puerto obligaron a desechar la práctica.

La concejal de Juventud en el consistorio valenciano, Beatriz Simón, dijo a mediodía a la cadena SER que instalar un botellódromo en la ciudad a imagen de lo planteado en Alicante le parecía una barbaridad. Sí coincidió con del Río en la necesidad de buscar una zona de ocio nocturno en la ciudad para los jóvenes. Un portavoz de la concejalía de Sanidad, que dirige Lourdes Bernal, señaló sobre el ruido en los alrededores de la plaza del Xúquer, en la denominada zona de respeto, que "hay que hacer algo para evitar las molestias a los vecinos".