Castedo propuso y los hoteleros rechazaron

La proliferación del botellón en distintos puntos de Alicante ha colmado la paciencia del Ayuntamiento, del PP, que el pasado marzo decidió plantear la regulación de esta práctica con la instalación de un botellódromo en el puerto.

Las quejas de vecinos, pero sobre todo de los hoteles ubicados al sur el recinto portuario, llevaron a la alcaldesa, Sonia Castedo, a proponer en la junta local de seguridad una zona acotada y vigilada junto al recinto de la Volvo, para el botellón. Un recinto aledaño al punto, en la parte trasera de los hoteles, donde los jóvenes se reúnen ahora espontáneamente por la noche para beber. Y aunque la idea tuvo el respaldo inicial de los asistentes a la reunión (entre ellos de los representantes de la Autoridad Portuaria y de la subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares), las pegas no tardaron en convertirlo en papel mojado.

La principal oposición ha llegado de los hoteleros, que rechazan de plano tener un botellódromo junto a sus establecimientos. La oposición es tal que la patronal alicantina (Coepa), la asociación de hostelería de Alicante y la Asociación Provincial de Hoteles emitieron un comunicado rechazando la propuesta y alertando del daño que supondría para el turismo. Hasta el director del Plan Provincial de Drogodependencias, Bartolomé Pérez, y la diputada del PP María Asunción Prieto rechazaron en rueda de prensa la iniciativa de Castedo al considerar que provocaría un repunte del consumo de otras drogas.

Pero la puntilla llegó la semana pasada de la Autoridad Portuaria de Alicante (APA), en cuyos terrenos se planteaba el botellódromo. La APA rechazó la propuesta esgrimiendo dos informes, uno de carácter jurídico y otro operativo, que subrayaban la "incompatibilidad" de la iniciativa con los usos portuarios.

Durante el intenso debate de las últimas semanas, el grupo municipal socialista se ha limitado a criticar la política de improvisación que practica Castedo, y ha exigido la creación de una mesa para la convivencia nocturna para solucionar el problema del botellón.

Castedo, sin embargo, no parece dispuesta a enterrar la iniciativa de crear un botellódromo en otro punto de Alicante, pero antes de fijar el nuevo emplazamiento prevé mantener reuniones para afinar más la decisión final.