Certezas sobre el velo

Mis varias dudas sobre el tema del velo conviven con dos certezas. Una es que se está sometiendo a la estudiante del instituto de Pozuelo a un padecimiento innecesario. La otra es que, en nombre del laicismo o de la neutralidad ideológica de los centros educativos, nadie podrá convencer a una chica de que no lleve velo si, en el mismo colegio o instituto en el que estudia y a costa de los presupuestos públicos, se están impartiendo clases de doctrina católica. Acabemos de una vez con esta anomalía y, después, argumentemos. Y hagámoslo serenamente.- Carles Belda Conejero. Valencia.

¿Por qué puede un chico, o una chica, llevar gorra al instituto y no una niña un velo en la cabeza? ¿Por qué una monja católica puede llevar la cabeza tapada en un hospital, en un centro educativo -los hay regidos por monjas-, en un centro estatal de cualquier tipo, y no una niña, sea o no musulmana?

Hace unos años las adolescentes españolas se cubrieron la cabeza con una pieza de tela triangular; luego pasó la moda. ¿Qué es eso de que el velo es un símbolo de sumisión? Lo será para una determinada forma de pensar, pero no para otra, que en uso de su libertad debe ser respetada.

Lo que es sumisión es que una mujer gane un sueldo menor que un varón en la misma categoría profesional... y esto lo tenemos a la vuelta de la esquina. En nuestra sociedad occidental podemos pasar de la Inquisición o el nazismo a ser más papistas que el Papa.

Sigamos por el camino de soliviantar los ánimos de quienes desean integrarse en nuestra sociedad -las escolares musulmanas con velo en la cabeza- y daremos alas a los que quieren empotrar aviones contra los rascacielos. Otra cosa es taparse la cara, lo que impide la identificación inmediata en cualquier momento, por ejemplo, ante la potencial comisión de un delito. Pero una cara -joven o vieja- visible y con velo en la cabeza o sin él, debe ser algo hermoso y no un pretexto para que algunos saquen pecho de progresistas. Seriedad, por favor.