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Reportaje:

La elección a rector más concurrida

La Universidad de Santiago celebra unos comicios marcados por la difícil situación económica, aunque los siete candidatos le restan dramatismo

Siete candidatos, más que nunca, se disputan el puesto de rector de la Universidad de Santiago de Compostela (USC). El próximo 5 de mayo tendrán una cita con las urnas en una coyuntura económica complicada para la institución, que tiene que negociar su financiación con la Xunta. A pesar de eso, los aspirantes defienden que con los 244 millones de presupuesto se pueden hacer muchas cosas, aunque no renuncian a luchar por más financiación.

- Pilar Bermejo. La catedrática de Química Analítica es consciente de la crisis de la universidad, "agravada por la mala gestión". "La situación económica real sólo la podemos conocer con certeza si llegamos a gobernar", explica, pero apuesta por una mejor gestión de recursos y de comunicación, una intensa actividad internacional y la estabilidad para el personal. Sobre el futuro de la financiación, Bermejo reclama que las universidades se lleven un 2% del PIB, que "está ahora en el 0,7%". El dinero también se buscará fuera: "Hay que apostar por captar fondos para investigación y presentar proyectos a nivel europeo".

El ganador tendrá que negociar una nueva financiación con la Xunta
Pagar la deuda, el Campus Vida y Bolonia son algunos de los retos

- Mercedes Brea. "Siempre hay posibilidades de salir adelante". Brea, catedrática de Filología, dice que es consciente de que se trata de un momento difícil pero matiza: "De los difíciles se puede salir". El dinero lo buscaría con una negociación en la que hay que "insistir en poner en valor las peculiaridades de Santiago" y conjugarlo con una buena financiación externa. Del proyecto Campus Vida, "muy ambicioso", promete estudiarlo y organizar las prioridades. La catedrática apuesta por "un plan de futuro a medio plazo y no renunciar a tener una buena financiación".

- Juan Casares Long. Es el único candidato que ya sabe lo que es concurrir en unas elecciones de la universidad. De momento, apela a su experiencia de cuatro años como "voz alternativa en el Claustro y en el Consello de Goberno" que, dice, le permiten conocer la situación desde dentro. El catedrático en Ingeniería Química considera que los planes de los últimos años constituyen "una muestra de lo que no puede ser" porque no se puede "trabajar con futuros que son impredecibles". Como receta para el mal momento económico ofrece un control riguroso de los ingresos y gastos y "ordenar en el tiempo" los compromisos económicos, como el Campus Vida: "Tenemos que revisar los niveles de compromiso y los plazos", avisa. El planteamiento de basar la financiación de las universidades (actualmente en negociación) en un fijo para gastos básicos más dinero por objetivos le parece bien, pero lo importante, afirma, son los porcentajes de cada factor.

- Lourenzo Fernández. Es el único de los candidatos que formó parte de la junta de gobierno del actual rector, Senén Barro, pero quiere dejar claro un mensaje de ruptura. "No quiero ser continuista en nada, quiero mejorar y cambiar", asegura. Lo primero que pretende modificar es la gestión para aprovechar mejor los recursos. "Queremos garantizar la sustentabilidad, hay que cambiar fórmulas y cultura de gestión. El presupuesto es limitado, pero tenemos que aprovechar nuevos recursos de Europa y del Estado. Hay que conseguir nuevos ingresos y ser más eficaces, gestionar mejor esos ingresos. Cambiando la estructura de gasto, innovando adecuadamente podemos hacerlo muy bien", asegura. También promete luchar para obtener los recursos necesarios a fin de desarrollar el plan Bolonia y ampliar el modelo de excelencia del Campus Vida a todas las facultades.

- Jaime Gómez. "Ser más austeros, llevar un control riguroso del gasto, priorizar convenios que pueden generar pérdidas, un equipo ecónómico profesional y optimizar los recursos". Son sus pilares para dirigir una institución en tan delicado momento económico. El decano de Biología coincide con los demás candidatos en que es básico tener el dinero mínimo para abrir la universidad todos los días y que el resto se calcule en función de los objetivos. También en que el nuevo sistema tenga en cuenta las singularidades de la USC (edificios históricos o antigüedad del personal). Los convenios con las empresas, las donaciones y otro tipo de ayudas, dice, son un "complemento necesario".

- Laura Sánchez Piñón. La ex conselleira de Educación transmite un mensaje positivo, que ella prefiere definir como "realista", a pesar de las dificultades económicas. "No hay que renunciar a nada. Los presupuestos son públicos y lo que hacemos en nuestro programa es priorizar unas cosas sobre otras. Pensamos que hay actuaciones claves que afectan a docencia y a investigación y que no es necesario hacer algunas obras". Pone especial énfasis en incorporar profesorado joven (ayudante y doctor). "También hay que desarrollar nuevos másteres con docencia en inglés, así como la movilidad de los alumnos". Es, además, partidaria de dar "nuevas dimensiones" al Campus de Excelencia Internacional que graviten en torno a la biomedicina.

- Juan Varela. Este catedrático de Medicina pretende pelear por el 1% del PIB gallego dedicado a las universidades. Sería una subida del 0,26%, "realista y suficiente para afrontar retos y pagar la deuda". Es uno de los pilares de su campaña junto a "lograr la estabilidad del personal docente y la estabilización del resto de trabajadores que llevan años de interinos". Todo esto a la vez que se aumentan los servicios para los alumnos. Cree que se puede hacer, pese a la coyuntura económica porque no es "alarmista". "El alarmismo se puede argumentar para no hacer cosas", concluye.

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