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La Orquesta Sinfónica de Galicia reestructura su temporada

Jesús López Cobos participará como director invitado

La temporada 2010-11 de la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) tendrá un total de 27 conciertos repartidos en tres abonos. Al principal, que constará de 20 conciertos, hay que añadir la cuarta edición del ya consolidado Festiclass: cuatro conciertos más breves de lo habitual, específicamente dirigidos a la consolidación de un público más fiel cada temporada, pero menos experimentado que el asiduo al abono principal.

El llamado Abono 3 repetirá el programa de los tres conciertos en los que se espera mayor demanda de entradas: el 11 de diciembre, con dos conciertos de piano de Beethoven interpretados por Paul Lewis; el 12 de enero, con la Tercera de Mahler como homenaje en el centenario de su muerte. Y, finalmente, el 1 de mayo, con la música de Puccini y Richard Strauss del concierto de clausura de la temporada.

La presencia de Jesús López Cobos en la presentación de la temporada de conciertos sirvió para confirmar su nombramiento como director principal invitado. En palabras del alcalde de A Coruña, Javier Losada, López Cobos viene a reforzar "un proyecto que dirige y dirigirá don Víctor Pablo". "El proyecto que hemos hecho entre todos tiene futuro, ese futuro se llama Víctor y en ese futuro, además, vamos a tener con nosotros a Jesús", manifestó el regirod municipal.

Víctor Pablo intervino para asegurar que "es un gran honor para la orquesta y para la ciudad contar con la colaboración de un maestro de tan enorme valía" como López Cobos. El director, por su parte,ensalzó la calidad de la Orquesta Sinfónica de Galicia. "Es la mejor orquesta que tiene nuestro país" afirmó, para continuar afirmando que fue la OSG la que le hizo abandonar su decisión de no volver a dirigir en España. Como otras temporadas, y al igual que Carlo Rizzi, dirigirá un total de dos programas, si bien el maestro italiano repetirá en Festiclass con la Sinfonía Fantástica de Berlioz. Como una de las bases de la programación y para conmemorar el bicentenario de su nacimiento, se tocarán todas las sinfonías de Schumann.

El público exhibe su apoyo al director Víctor Pablo

Al aplauso de cortesía habitual a la salida del director se sumó un crescendo de bravos, que le añadieron intensidad y duración. Según declararon algunos abonados de la Orquesta Sinfónica de Galicia, la de la noche del viernes en el Palacio de la Ópera de A Coruña fue una "reacción del público frente a la campaña desplegada en contra de su director desde algún medio local". La Obertura trágica de Brahms arrancó así con una fuerza interior insólita. Destacaron el excelente timbre de las maderas, la tersura de las cuerdas y la claridad en su sección fugada.

Se estrenó la Sinfonía número 9, Thalasa, de Tomás Marco. Su inspiración acuática se revela en el sonido inicial undívago, con una sensación de embates continuados y predominio de los registros graves. En sus dos únicos movimientos ininterumpidos, la percusión, que incluye dos bombos de diferente registro, tiene un gran protagonismo. Sobre ella, se repite una célula melódica con ecos de temas de Martín Códax. La segunda parte, de dinámica más potente, no acaba de lograr mantener la atención, que se diluye progresivamente.

Arcadi Volodos realizó una versión de referencia del Concierto de piano número 2 de Brahms. Su control de un sonido límpido y poderoso y su musicalidad alcanzaron la cima del espíritu brahmsiano en el Allegretto final. Tuvo siempre adecuada réplica en el acompañamiento de Pérez y la Orquesta Sinfónica de Galicia, con la emotividad excelsa del solo de chelo de Ruslana Prokopenko en el Andante.

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