Balones a Cristiano
Sólo Xabi y Guti, los cerebros del Madrid, reciben más pases por minuto que el delantero, que absorbe todo el juego blanco - En el Barça hay cinco más participativos que Messi
Dice José Antonio Camacho: "El fútbol es como este volcán de Islandia. ¡Sale lo que sale y no podemos hacer nada para evitarlo!".
El entrenador de Osasuna, que lo ha visto casi todo, piensa en el Madrid, un equipo marcado a fuego por la presencia arrolladora de Cristiano Ronaldo. Haga lo que haga su entrenador, Manuel Pellegrini, y jueguen como jueguen sus compañeros, tarde o temprano el volcán de Madeira entrará en erupción y la jugada se disparará hacia la estratosfera. Bastará con que reciba un balón Cristiano.
Hay delanteros que juegan para sus equipos y equipos que juegan para sus delanteros. El Barça juega con sus atacantes. El Madrid juega para darle el balón a Cristiano. El portugués es el delantero de la Liga que más pases recibe por minuto jugado. Sus compañeros le han dado un total de 1.287 balones, poco más que uno cada minuto y medio.
"Cristiano es directo, Kaká es directo, Higuaín es directo...", explica el entrenador
El equipo de Pellegrini juega más con el portugués que con muchos medios
El técnico cree que tocando como el Barça su conjunto asfixiaría a los puntas
Villa y Agüero pasan fuera del circuito del balón el doble de tiempo que el luso
El volumen de juego que pasa por las botas de Cristiano, y la falta de pausa del portugués, ha acelerado el ritmo de los partidos del Madrid. Pellegrini ha ido moldeando el equipo en función de sus goleadores, principalmente de Cristiano e Higuaín. Son gente con tendencia a la aceleración y necesitan grandes praderas para desarrollar su talento. Jorge Valdano, el director general, tiene una metáfora en su archivo para explicar esta situación: "Nadie es rápido en el interior de un ascensor".
Pellegrini considera que si su equipo tocase el balón tantas veces como lo hace el Barça asfixiaría a sus puntas entre las líneas defensivas, en terreno contrario. La teoría que se imparte en las prácticas de Valdebebas apunta a transiciones rápidas para que Cristiano o Higuaín aprovechen los espacios abiertos desde más atrás. Por esa vía, el Madrid ha jugado más con Cristiano que con muchos de sus centrocampistas y laterales, cosa insólita en el campeonato. Sólo Guti y Xabi Alonso, los vértices de las jugadas, tocan más balones que el delantero más buscado de la Liga.
Pellegrini, cuya labor empieza a dar frutos en la posesión del balón, explica que lo que parece una contradicción es, en realidad, armonía. El chileno sostiene que el juego del Madrid gira en torno a sus balas pero esto no significa que el equipo haga un fútbol directo. "Creo que hemos logrado desde el comienzo adecuar el juego del equipo a los jugadores que tenemos", dijo ayer. "Cristiano es directo, Kaká [ayer entró en la convocatoria para visitar al Zaragoza] es directo, Higuaín es directo... Están las individualidades pero también hay un funcionamiento colectivo. No creo que Cristiano condicione esto para nada".
Sea porque dispone de futbolistas con pausa, sea porque la cultura deportiva del club conduce a eso, el Barça se comporta de manera casi opuesta. Es el paradigma del equipo que involucra a sus delanteros -Messi e Ibrahimovic- en la elaboración hasta equipararlos a los volantes. Messi, que recibe una pelota cada minuto y 42 segundos, es el delantero que más pases da en la Liga y el que más paredes tira con sus socios de ataque. El argentino ha dado 1.476 pases -poco menos de los que recibe, 1.527- y ha devuelto 46 paredes, diez de ellas con Alves, su principal pareja. A diferencia de Cristiano, que es el tercer jugador que más balones maneja en su equipo, Messi no absorbe tanto las jugadas del Barça. En el equipo de Guardiola hay cinco futbolistas más participativos: Xavi, Iniesta, Yaya Touré, Alves y Busquets.
El Madrid, desde Casillas hasta Guti, pasando por los medios centros y los laterales, es un circuito que desemboca en Cristiano. Sin embargo, contra la primera impresión, el portugués no es una vía sin ramificaciones. Cristiano no es el delantero más individualista de la Liga. Ha dado 1.146 pases y ha devuelto 31 paredes. Las cifras superan con mucho a las de Villa (683 pases), Ibrahimovic (740), Higuaín (773) y Agüero (685).
Higuaín es un goleador, un rematador que se mueve contra las jugadas y que interviene casi siempre para definirlas. A Agüero el instinto le pide finalizar y Villa es un caso parecido de bombardero. Todos intervienen al final de un proceso y, como consecuencia, reciben menos pases. A Villa le han dado 795 balones, exactamente los mismos que a Agüero. Al delantero del Valencia le llega un balón cada 3m 18s minutos. Al goleador del Atlético se la pasan cada 2m 41s. Pasan fuera del circuito del balón el doble de tiempo que CR.
En el Madrid, las apariciones de Cristiano son más frecuentes. Tanto si le dan la pelota como si no. En su afán por actuar, el portugués baja a recibir y se encarga él mismo de resolver la incursión al último tercio de la cancha, a veces sin atender a quienes le acompañan en busca de una combinación o de un último pase. Como dijo un colega suyo, en tono socarrón: "Cristiano se fuma todo".
Cristiano Ronaldo es el delantero más buscado del campeonato y sus compañeros ya saben que si le dan la pelota lo más probable es que no la vuelvan a tocar hasta que el meta contrario saque de portería, o hasta que saque la pelota de la red. "Yo cuando le doy un balón quiero verlo encarar", dice Granero, "es un recurso importantísimo para nosotros porque te resuelve muchas jugadas. Siempre te ofrece una salida".
Higuaín, su pareja en la punta del ataque, ha descubierto posibilidades desconocidas moviéndose en función del arrastre que genera Cristiano en las defensas contrarias. "Cristiano", dice El Pipa, "te crea muchos espacios". Cuando Cristiano arranca, a Higuaín se le hace más sencillo aparecer por sorpresa en el segundo palo, o ganarle la posición a los centrales distraídos. El argentino toca menos la pelota pero ha hecho 25 goles. Cinco más que Cristiano.
Pellegrini exhibe estos números para acreditar que su equipo es una máquina bien aceitada. El técnico insiste en que nada de lo que sucede es casual o un mero producto de las aventuras descontroladas de sus atacantes. "La nuestra es la delantera más goleadora de la Liga y si tuviésemos los defectos que nos achacan no podríamos hacer tantos goles", asegura.
Pellegrini viene a decir que no basta con tirarle pelotazos a Cristiano para meter 87 goles. Insinúa que con toda su sofisticación el Barça no ha podido hacer más: 80.
La Liga pende de un hilo y a juzgar por los antecedentes, haga lo que haga el Madrid, los balones, hoy en La Romareda, serán para Cristiano.
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