Las huellas recuperadas de un artista adolescente
Antón Patiño expone en Vigo sus obras de juventud
Diversa y contestataria, la primera etapa de la obra de Antón Patiño (Monforte de Lemos, 1957) se muestra en la Casa das Artes de Vigo en una exposición que se podrá visitar hasta el próximo 23 de mayo. Patiño reunió más de 250 piezas para esta Crónica do artista adolescente (1974-1979), que repasa sus primeros pasos creativos bajo el comisariado de Seve Penelas, quien distribuyó las obras en nueve salas temáticas a modo de "partitura polifónica", un carácter reforzado por la disposición circular del primer piso del edificio municipal.
Después de aportar cuatro lienzos de su primera época para la exposición Los pensionados de la Diputación de Pontevedra 1969-1982 (Pazo da Cultura de Pontevedra, 2007), el artista comenzó a darle vueltas a la idea de realizar una muestra más amplia. "Me pidieron cuatro cuadros que no había vuelto a ver y me gustaron: su cromatismo intenso mantenía la fuerza", explica Patiño, que se reconoce "emocionado" con el resultado final, obtenido tras muchas búsquedas en casas familiares y lugares de trabajo hasta dar con las obras que ahora ven la luz. Y no duda de su vigencia: "Contienen los ingredientes que emplean las vanguardias artísticas hoy en día". La opinión es coincidente con la del comisario de la muestra. Según Penelas, "esta retrovisión de tiempos revueltos y confusos se expresa en un lenguaje que no ha perdido su capacidad de comunicación".
El pintor se declara "emocionado" con el resultado final de la muestra
Los contenidos dramáticos, que provienen de la protesta social y política, la expresión colorista, los grafismos y los paisajes urbanos y naturales se mezclan con humor en una multiplicidad de formatos (pintura, fotografía, cómic o madera) que demuestran, por una parte, la construcción de la personalidad del artista y, por otra, la "búsqueda de espacios de libertad", afirma el creador. La exposición Animais, minerais, vexetais y el libro de cómic Esquizoide, dos acontecimientos de 1978, son los dos ejes sobre los que se articula la muestra.
En la segunda mitad de la década, Patiño comenzó sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de Madrid. Allí coincidió con otros gallegos como Manuel Rivas y los hermanos Xosé Manuel y Lois Pereiro, con quienes fundó la revista Loia. Pero sus continuos viajes a Vigo le permitieron entablar vínculos con los músicos Julián Hernández y Enrique Xosé Macías y el grupo poético Rompente, que constituyeron Antón Reixa, Manuel Romón y Alberto Avendaño. "Formamos parte de una especie de universidad libertaria en aquellos faladoiros que eran algunas de nuestras casas. Las conversaciones eran interminables y estaban llenas de la pasión propia de la juventud: había que estar atento a las opiniones de los compañeros porque podían reforzar las tuyas propias".
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