Ladrillo a ladrillo
Pese a sus disparidades, las economías BRIC tienen cada vez mayor peso
Puede que la cumbre de los BRIC (iniciales de Brasil, Rusia, India y China) haya recortado gastos, pero su importancia no ha disminuido. El presidente chino, Hu Jintao, tuvo que irse antes de tiempo por el terremoto en su país y dejar en Brasilia a sus homólogos. Reducir el programa de dos días a sólo uno puede haber llevado a pensar que los líderes de los nuevos mercados tenían pocas cosas importantes de que hablar. Pero el extraordinario crecimiento interanual del 11,9% de China en el primer trimestre pone de relieve el poderío económico y la creciente importancia mundial de las cuatro naciones. Esto hace necesario que el BRIC celebre cumbres periódicas, dado que los miembros del grupo constituyen un posible contrapeso frente al rico Occidente.
El grupo surgió en 2001 de un acrónimo de Goldman Sachs y no tienen mucho en común económicamente. Brasil y Rusia dependen principalmente de los recursos naturales y en la última década se han beneficiado del alza de los precios. Por su parte, China e India tienen poblaciones gigantescas que les dan relevancia mundial como productores de bienes y consumidores de recursos, siempre y cuando sus economías sigan creciendo rápidamente. Los cuatro países son actualmente los más importantes de los mercados emergentes, pero puede que este dominio no dure para siempre. Es muy posible que un quinto país, Indonesia, les iguale en importancia en la próxima década.
Su asociación artificial significa que a veces puede haber poco en común. Pero la crisis de 2008 y la recesión pusieron de manifiesto que sus intereses como colectivo a veces difieren considerablemente de los de los países desarrollados occidentales que dominan actualmente la producción mundial. Las economías de los BRIC se vieron muy afectadas por la crisis financiera cuando disminuyeron los créditos comerciales. Sin embargo, su recuperación ha sido más sólida que la de la mayoría y ha causado un rápido aumento de los precios mundiales de los productos básicos y la energía. Por tanto, los líderes de los BRIC probablemente querrán seguir reuniéndose con regularidad. Puede que en las crisis les convenga más tomar decisiones juntos, por su bien y por el de los mercados emergentes en general, para proteger sus intereses en lo que a menudo puede ser un mundo económico sin ganadores ni perdedores. Por poco convencional que fuera la forma en que surgió el bloque BRIC, los países occidentales tendrán que acostumbrase a su creciente poder e influencia.
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