25 años de cárcel para un hombre que agredió sexualmente a su hija

Un total de 25 años y seis meses de cárcel. Esa es la pena que ha impuesto la Audiencia Provincial de Madrid a un vecino de Las Rozas, Orlando P. M., de 42 años, por las dos agresiones sexuales que cometió contra su hija, de 13 años, en octubre de 2008. Los magistrados de la Sección 16 han apreciado en su fallo las agravantes de parentesco y de uso de arma a la hora de fijar la condena. También obliga al padre a indemnizar a la víctima con 12.000 euros y a permanecer a más de 500 metros de ella, de su domicilio y de su lugar de trabajo durante 10 años.

La sentencia considera probado que el condenado agredió sexualmente a su hija el 22 y 23 de octubre de 2008. Para ello, aprovechó que ambos se encontraban solos en el domicilio familiar, ya que la madre trabaja por las tardes fuera de casa. El primer hecho por el que ha sido condenado se produjo en el salón de la casa. La menor se resistió, pero el padre la intimidó poniéndole una navaja tipo mariposa en el cuello y en la muñeca derecha. Amenazó con matarla si no hacía lo que le exigía. Tras causarla varios cortes, la sometió a tocamientos y abusos sexuales. Al día siguiente, la llamó para que la adolescente fuera a su habitación porque "quería hacer el amor con ella", según la Audiencia Provincial. Allí la agredió sexualmente durante una hora, pese a que la víctima intentó evitarlo por todos sus medios.

El condenado puso una navaja a la adolescente en el cuello

La niña le pidió a la madre dormir con ella. "Hablándole muy bajito por temor al padre, le enseñó las manchas en el cuello y temblando le dijo: 'Me ha hecho daño, me ha hecho daño', señalando hacia la habitación del padre", recoge la sentencia.

La madre dijo a la niña que se refugiara en el coche y, tras comprobar que el progenitor dormía, acudió con su hija al cuartel de la Guardia Civil de Las Rozas, donde denunció los hechos. "Afortunadamente, la madre tuvo una reacción inmediata, enviándola fuera de la casa en el mismo momento en que tuvo conciencia de que la menor había sufrido un ataque por el padre. Una vez puesta a salvo por la madre, esta encaró al padre recriminándole su conducta y anunciándole la denuncia que se produjo de inmediato", alaba la sentencia de la Audiencia Provincial, que consta de 13 folios.

Por el primer hecho delictivo los jueces le imponen una pena de 13 años, seis meses y un día de prisión, a los que se suman otros 12 años de la segunda agresión, más un mes de multa por las lesiones que sufrió la adolescente, a razón de 12 euros por día (360 euros en total) y la inhabilitación absoluta durante el periodo de condena. La indemnización que tiene que pagar a la hija es de 12.000 euros, y tiene que hacerse cargo de las costas procesales. Contra la sentencia, cuya ponente ha sido la magistrada María Luz Almeida Castro, cabe recurso ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

Los magistrados de la Sección 16 se han basado en el fallo en los testimonios de la víctima y de la madre, que han sido calificados por los jueces como "comedidos, sin exageraciones y sin presencia de ánimo espurio o vengativo".