El concurso eólico primará a Endesa y Gas Natural, según la oposición

La comparecencia a petición propia en el Parlamento del conselleiro de Economía, Javier Guerra, para informar sobre el nuevo concurso eólico sirvió una vez más de plataforma para juzgar la anterior convocatoria, firmada por el bipartito. Guerra contrapuso su modelo "fiable y reglado" a la gestión energética del BNG "que admitía en su concurso a empresas insolventes, sin garantías de objetividad". El responsable de Economía aprovechó su comparecencia para glosar la nueva convocatoria como paradigma del buen hacer "frente a la desfeita" que atribuyó a nacionalistas y socialistas.

Guerra, que admitió las incógnitas que se abren con la nueva política de primas del Gobierno en un escenario "en el que se desconoce cuál va a ser la retribución" de los 2.325 megavatios que salen a concurso, hizo un llamamiento a las empresas de capital gallego a presentarse. Su invitación escondía la réplica a una acusación insistente por parte de la oposición: el concurso "está hecho a la medida de los grandes grupos eléctricos".

Ayer tanto PSdeG como Bloque redundaron en el argumento. El diputado socialista Abel Losada aseguró que el nuevo modelo "abre la puerta a las grandes eléctricas". "A ustedes les encanta el libre mercado excepto cuando afecta a sus amigos", espetó. "Intuimos claramente cuáles serán las empresas que presentarán proyectos de especial relevancia para la economía gallega, que podrán optar a más de 350 megavatios con gran discrecionalidad, y no serán otras que Iberdrola, Endesa y Gas Natural-Unión Fenosa", vaticinó el parlamentario socialista.

Una vieja propuesta

El nacionalista Fernando Blanco, ideólogo del anterior modelo, también arremetió contra unos criterios que "aumentan de forma brutal los avales y las garantías exigidas, favoreciendo a los grandes grupos e incluso a unos bancos financiadores que también se presentarán y que dejan en inferioridad a las empresas gallegas".

La posibilidad de renunciar a ejecutar los planes industriales aparejados a los megavatios en liza para capitalizar ese importe en favor de la Xunta es, según Blanco, otra concesión a las grandes grupos energéticos. El ex conselleiro reveló que las "grandes empresas" ya propusieron al bipartito monetarizar las inversiones industriales y olvidarse de los proyectos.