Lehman utilizó una empresa fantasma para ocultar deuda
Más se bucea en los detalles que llevaron al colapso de Lehman Brothers, más paralelismo hay con el fraude contable que tumbó a Enron. El banco de inversión utilizó como tapadera una pequeña firma financiera, que le sirvió de canal oculto para mover algunas inversiones problemáticas sin ser detectada.
La firma fantasma se llamaba Hudson Castle. Ante Wall Street se presentaba como una entidad independiente, cuando en realidad estuvo controlada durante años por el extinguido banco de inversión. Según desveló ayer The New York Times, Lehman fue propietaria de una cuarta parte de la compañía.
Era, como indicó al rotativo un antiguo empleado, su "álter ego". Y su función en el entramado financiero fue crucial en los días previos al desplome, porque fue utilizada entre bastidores como vía para ejecutar operaciones de recompra de deuda tóxica. Los reguladores no sabían del estrecho vínculo entre ambas.
Hudson Castle era el segundo acreedor de Lehman Brothers, por detrás de JP Morgan Chase. Las nuevas revelaciones engrosan la autopsia dirigida por el abogado Anton Valukas, en la que expuso cómo Lehman Brothers maquilló sus cuentas ante la pasividad de la auditora Ernst & Young.
El informe de Valukas no relaciona a Hudson Castle con las maniobras que permitieron a Lehman ocultar el agujero en su balance. La semana pasada se supo que otros titanes de Wall Street recurrieron a operaciones de recompra de activos para reducir temporalmente su deuda. Algunos observadores creen que este caso evidencia la vaciedad de las medidas aplicadas en EE UU desde Enron.
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