San Telmo refuerza sus fondos con obras de los siglos XIX y XX

"Un museo que refleja cómo ha vivido y cómo vive la sociedad vasca". Así define el espíritu del donostiarra Museo San Telmo su directora, Susana Soto. Para lograr este fin, el centro ha recopilado durante los dos últimos años piezas de arte vasco y objetos cotidianos con la finalidad de conseguir una colección permanente coherente y llenar un vacío en sus fondos sobre la memoria de la sociedad vasca del pasado siglo.

El museo invirtió en 2008 y 2009 un total de 350.000 euros en comprar esculturas y pinturas de artistas vascos de los siglos XIX y XX como Zamacois, Lecuona, Echenausia, Badiola, Zumeta o Félix Arteta, entre otros. "Un presupuesto ajustado, pero que ha permitido la adquisición de una pieza singular de Zamacois, que se encuentra entre las obras más caras del lote", precisó Soto a EL PAÍS.

La pieza de este pintor bilbaíno de finales del XIX fue presentada ayer junto a otras piezas en la sede provisional del centro que se encuentra en obras. "¿Qué se ha quedado fuera? Un iturrino, por ejemplo, que al precio al que se cotiza es imposible adquirirlo", apuntó Soto.

La exposición permanente de San Telmo supondrá "como consultar una enciclopedia, desde la memoria más histórica de la sociedad vasca, el despertar de la modernidad, la transformación urbana e industrial en los siglos XIX y XX, hasta los desafíos de la sociedad actual. El recorrido se ha diseñado para lograr una visión global del mundo social, económico y artístico vasco", agregó.

San Telmo ha recopilado además objetos curiosos y cotidianos, como carteles de los años 20 y 30 impresos en los talleres de la ya desaparecida empresa Laborde y Labayen, de Tolosa; teléfonos con ruedas de marcación; patinetes de la marca irunesa Sancheski o fichas del antiguo casino de San Sebastián. También ha recogido historias y testimonios de ciudadanos. En total, se han comprado 550 obras, un total de 1.878 objetos cotidianos han sido recibidos en donación y otras seis piezas en depósito. Las donaciones de empresas y comerciantes han resultado fundamentales para completar los fondos. "Muchos comerciantes y empresarios se sorprendían cuando recurríamos a ellos en busca de objetos singulares, pero nos agradecían poder donarlos porque no sabían qué hacer con ellos", reconoce la directora de San Telmo.