El Supremo anula la absolución de un acusado de distribuir pornografía infantil

Andrei V. filmaba desnuda a la hija de su mujer, que hoy tiene 16 años. En discos duros y DVD este hombre, residente en Vitoria desde 2004, tenía guardados 435 archivos que contenían vídeos y fotografías en las que aparecían menores en posturas o actos de contenido sexual. Entre ellas, figuraban 30 imágenes de la niña, a la que consideraba como a una hija, en las que se veía su zona vaginal.

Tras su arresto, Andrei V. fue juzgado por la Audiencia de Álava en diciembre de 2008 por un delito de posesión de pornografía infantil y condenado a seis meses de prisión. Sin embargo, la Audiencia le absolvió del delito de distribución de pornografía infantil del que también estaba acusado al considerar que la fiscalía no tenía potestad para desvelar su dirección informática IP.

Ahora, el Tribunal Supremo ha aceptado el recurso de casación interpuesto por el fiscal y declarado nula la sentencia en ese aspecto.

El Supremo, que devuelve la causa a la Audiencia, lo que obligará a repetir el juicio, estima que la Fiscalía "tiene facultades de investigación paralelas a las del juez de instrucción en el procedimiento abreviado". Añade que la petición de identificar un usuario de Internet "ni afecta, ni intercepta, ni descubre una comunicación concreta", sino que busca identificar al titular de una línea para pedir al juez un registro del domicilio para investigar un posible delito.