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Del Nido defiende las minutas y niega que fuera letrado de confianza de Gil

El presidente del Sevilla se enfrenta con dureza al fiscal durante el interrogatorio

Fernando J. Pérez

José María del Nido alternó ayer la soberbia -"le daré un curso de derecho ante el Tribunal de Cuentas en mi interrogatorio"- y el regate en corto en su declaración ante el fiscal como principal acusado del caso Minutas. Tras tres sesiones dedicadas íntegramente al estudio de las llamadas cuestiones previas, el presidente del Sevilla se despojó a las 13.15 de la toga de abogado y se sentó en el banquillo con ánimo de contestar a "todas las preguntas" del ministerio público, representado por Francisco Jiménez Villarejo.

Del Nido, visiblemente crispado, negó haber ideado una trama para lucrarse a costa de las arcas municipales de Marbella (Málaga) entre los años 1999 y 2003; responsabilizó al fallecido alcalde Jesús Gil de la forma de su contratación -verbal y sin publicidad- y defendió el importe de las minutas que cobró, que ascienden a más de seis millones de euros. "Se ajustan a las normas del Colegio de Abogados".

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Desde la primera pregunta del fiscal, sobre si ratificaba su primera declaración en el caso, y contestada con un cortante "no" por Del Nido, se adivinaba un interrogatorio duro. El presidente sevillista recordó cómo fue contratado por Gil, al que conocía por los negocios futbolísticos, tras el juicio del llamado caso Camisetas, en el que Del Nido compareció como testigo. "Tuvimos un almuerzo en Puerto Banús y me dijo que me irían encomendando asuntos; él sabía que yo estaba acostumbrado a bregar con pleitos administrativos de ayuntamientos (...) y tuvo en cuenta esta experiencia". Entre los pueblos que citó después Del Nido figuran la aldea cordobesa de Fuente Carretero (1.199 habitantes, perteneciente al municipio de Fuente Palmera) y el sevillano Villafranco del Guadalquivir (actual Isla Mayor, 5.800 habitantes).

"¿Por qué el señor Gil confía en usted para sustituir a José Luis Sierra [abogado de confianza del ex alcalde marbellí hasta que se enfrentaron en 1999]?", preguntó el fiscal Jiménez Villarejo. La comparación con el cerebro del entramado societario que sirvió para descapitalizar el municipio durante los años del gilismo, escoció a Del Nido: "Yo no sustituí nunca a Sierra y no era el abogado de confianza de Gil", respondió. El tono alterado del acusado le valió la primera de las numerosas llamadas al orden del presidente del tribunal, Carlos Prieto. "Se me piden sólo 13 años y medio de cárcel, lo que supone mi vida con la edad que tengo [52 años]", se justificó el mandatario sevillista.

Del Nido afirmó que pactó el precio de sus servicios con Gil, como "abogado externo para pleitos concretos". Además, sostuvo que para su contratación bastaba un decreto del alcalde encomendándole cada trabajo jurídico y que no era necesario un expediente y un pliego de condiciones. También rechazó que tuviera tratos con el ex alcalde Julián Muñoz, sentado detrás de él en banquillo, y para quien se piden 16 años y medio de prisión: "Julián Muñoz no era nadie entonces; el que mandaba era Jesús Gil", aseguró. También estaba detrás el supuesto cerebro del caso Malaya, Juan Antonio Roca, a quien los agentes que lo custodiaban no quitaron las esposas durante las tres horas que duró la sesión.

El letrado sevillano, que supuestamente fue fichado para defender los intereses municipales durante la fiscalización que llevó a cabo el Tribunal de Cuentas a las arcas marbellíes durante 1999 y 2000, admitió que cuando estaba en la ciudad trabajaba en un despacho del Club Financiero Inmobiliario, la sede privada de Jesús Gil. También reconoció que "en ocasiones" utilizaba el despacho del teniente de alcalde "para asuntos exclusivamente municipales".

Del Nido afirmó también que desconoció en su momento los reparos que el interventor municipal realizó a varias de las minutas que pasó al cobro, alguna superior a 120.000 euros. "En cualquier caso, no cobré ninguna minuta que tuviera reparos, al igual que un pago de 30.000 euros mensuales, que quedó en suspenso", aseguró. El interrogatorio continuará hoy en la Ciudad de la Justicia de Málaga.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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