'A Radio' que da voz a los presos
Una emisora dirigida por internos se convierte en un fenómeno en A Lama
"Aunque no me gusta el estereotipo de libres a través de las ondas, una horterada, es cierto que cuando venimos al estudio ninguno siente que está en prisión", explica Paco Merchán. Forma parte del equipo que produce y dirige A Radio, una emisora en FM con alcance en toda la cárcel de A Lama (Pontevedra) diseñada por y para los reclusos.
Merchán está centrado en coordinar los próximos estrenos de A Radio. El salto a las ondas se produjo el 18 de febrero y se ha convertido en un fenómeno dentro del penal, con más de 1.650 internos y funcionarios. Hasta algún trabajador de A Lama que no tenía transistor se ha comprado uno. "A Radio es un mundo creado por presos para presos, para olvidar la frustración, el sentimiento de culpa y aprender a vivir, pasamos de ser espectadores a protagonistas", explica Mariana Ileana Gheorge, una de las participantes. En Rumanía, su país natal, trabajó como periodista y explica que por el idioma tiene que esforzarse el doble, aunque para ella es un "honor" volver a participar en la comunicación en España.
"Han fallado y hay que enseñarles un camino atractivo", afirma el promotor
Los reclusos se felicitan por pasar de "espectadores a protagonistas"
Los cimientos del proyecto se remontan a 2008 cuando Agareso, la Asociación Galega de Reporteiros Solidarios, comenzó a impartir un taller radiofónico y a grabar una tertulia semanal con los internos. La iniciativa le valió al periodista Juan de Sola, presidente de la asociación, la Medalla de Plata al Mérito Social Penitenciario. A finales de 2009 con la ayuda económica de la Fundación Barrié de la Maza, que facilitó todo el material técnico, y el apoyo de la dirección del penal se planteó la posibilidad de una emisora propia. "Hace un año y medio le dije a un funcionario que iba a presentar un proyecto de una radio desde la cárcel a través de Internet, me dijo que siguiese soñando", explica Merchán. Todas las iniciativas apuntaban hacia una misma dirección y A Radio finalmente se hizo realidad hace dos meses.
Gheorge, Merchán, Raúl Seisdedos, Iván Aluja y Toni Dacuña forman el equipo con el que nació A Radio y que poco a poco se va ampliando. El programa estrella de la parrilla es Al son de la cárcel. El magacín dura tres horas, desde las 10 de la mañana hasta la una de la tarde, y pretende dar una visión amena y divertida de la actualidad. Merchán, que antes de ingresar en prisión hizo doblaje, dirige el programa y coordina la emisora: "Ojalá tenga la oportunidad de pisar otra radio, pero nunca será A Radio, para mí ahora mismo es una forma de vida".
Ya se ha estrenado Tecnotoni, un programa sobre música electrónica y durante el mes de abril debutarán tres nuevos espacios de tarde. Gheorge se ocupará de un magacín; Raúl Seisdedos, de un programa de dedicatorias y empezará su andadura Pampirock, sobre géneros como el heavy metal. "Los otros presos nos envían críticas constructivas, están cerca de nosotros y los sentimos", comenta Gheorge. La programación se completa con En otra onda, la tertulia que Agareso graba con los internos desde hace dos años. Se emite en directo todos los jueves en A Lama y Agareso cuelga en su web el programa semanal. Andreia, brasileña, es la última incorporación. Respeta a los que escuchan el programa y siente "una gran responsabilidad". Entre todos comentan la calidad de la comida en la cárcel. Explican que a veces es demasiado monótona y rica en grasas, pero entienden la dificultad de cocinar para más de 1.000 personas.
También entrevistan a Xan Hermida, el presidente de la ONG Amarante. Manuel, que está estudiando derecho, y el canario Carmelo Montesdeoca le preguntan sobre la relación de organizaciones como la suya y las prisiones. También a cerca de si cansa ser solidario. Montesdeoca ha dado charlas a chavales de instituto para explicarles en primera persona qué es el mundo de las drogas y sus consecuencias. Miguel Costas, otro de los participantes asegura: "Nunca viví la radio de cerca e intento sacar algo positivo y aprovechar así mi tiempo en prisión".
Mientras la tertulia avanza desaparece la sensación de que el estudio está dentro de una cárcel. Reflexionan sobre la situación de las damas de blanco en Cuba y se cuestionan el papel de los presos en los medios de comunicación. Llegan las siete de la tarde y toca volver a la realidad, los tertulianos tienen que marcharse con prisa porque no pueden quebrantar lo más sagrado en una cárcel: el recuento.
Agareso también desarrolla en A Lama un taller de fotografía y otro de periodismo. Pretenden implantar el modelo de A Radio en otras prisiones y demandan más actividades de este tipo. Juan de Sola, su presidente, moderador e impulsor de En otra onda, señala: "Se debería apostar por una reinserción real, no pensar que porque estén dentro van a cambiar, han fallado y hay que enseñarles un camino atractivo".
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