Barcelona hará del teatro Principal un centro cultural

El teatro Principal, con más de cinco siglos de vida, se convertirá en uno de los mayores equipamientos culturales de Barcelona cuando concluyan las negociaciones entre el Ayuntamiento y el Grup Balañá, propietario del teatro. "No hay marcha atrás. Se ha llegado a un compromiso entre las partes y sólo falta firmar el acuerdo y establecer la forma de pago de la operación, tras desestimar el intercambio de propiedades que se había considerado", explicó ayer el teniente de alcalde Carles Martí. Pese a eso, María José Balañá, de Grup Balañá, aseguró no tener información sobre este aspecto.

En 2006, cuando el teatro cerró sus puertas, sus propietarios lo valoraron en 60 millones de euros. Ahora, Martí, que no cuantificó la operación, indicó: "estamos hablando de muchos millones porque el edificio es muy grande". La idea, según el político es "crear en el edificio un centro multicultural que acabe con la degradación de esta zona de La Rambla".

El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona Carles Martí explicó ayer que las negociaciones para que el Principal se convierta en un equipamiento cultural público se remontan a los tres últimos años "tras comprobar que los propietarios no le daban utilidad". Martí, durante la valoración del festival Rambleros, -que durante el mes de marzo ha ocupado con su carpa el final de La Rambla y que han seguido 120.000 personas-, anunció que este tendrá sede estable en el Principal cuando reabra sus puertas. "Será en el antiguo cine Latino, y nos gustaría que fuera para el año que viene", aseguró.

"Sería estupendo volver al Principal", explicó Joan Estrada, responsable del festival y director, entre la década de 1970 y 1980, de La Cúpula Venus, una mítica sala de fiestas que ocupó uno de los espacios del teatro.

Fundado en 1579, el Principal es uno de los teatros más antiguos de España. Por entonces era de madera y se llamaba de la Santa Creu. En 1787, un incendio lo destruyó y tuvo que ser reconstruido. En 1840 pasó a llamarse Principal porque cerca se estaba construyendo el Liceo. Ambos rivalizaron en programación hasta que, en el siglo XIX, empezó la decadencia del Principal, que estuvo a punto a demolerse, de no ser por una campaña popular que lo impidió.