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Reportaje:LIGA EUROPA | Vuelta de los cuartos de final

El mundo al revés

El cuadro de Quique Flores apela a la cabeza mientras Emery quiere un intercambio de golpes

José Marcos

Tras el vértigo de la ida, en la que una furia de goles de todos los colores se impuso a dos defensas de plastilina, Atlético y Valencia resolverán esta noche cuál de ellos tiene más argumentos para considerarse y proclamarse el tercer equipo de España. Al revés de lo que les dictan los genes, los contendientes afrontan la partida ignorando el way of life que desde la cuna inculcan en Paterna y el Manzanares.

Contrario a la filosofía defensiva que hizo del Valencia un dolor de cabeza para sus rivales, Unai Emery quiere un intercambio de golpes como el que tan buenos resultados le dio en Bremen. Consciente de las virtudes y debilidades que maneja, el técnico espera que lluevan los goles de Villa, Mata y Silva, pequeñitos pero matones, para compensar la flacidez de una defensa en cuarentena. "Tenemos que mantener nuestra personalidad por encima de cualquier baja, debemos imponer nuestro estilo", proclama el responsable del Valencia. Como si fuera el mundo al revés, Quique reclama desde el otro lado "calma" y "prudencia" en su afán en domesticar a un Atlético que en menos que canta un gallo se transforma en un purasangre incabalgable y que ha hecho de la anarquía un estado de ánimo.

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Irregular donde las haya, los rojiblancos buscarán redimirse de sus pecados en la Liga, donde han cometido tantos y tan graves que sigue sin enganchar con las plazas europeas pese a su mejora. "De chico uno sueña con partidos así", calienta motores Forlán, que sale a gol por partido en los últimos cinco compromisos colchoneros, otra muestra más de que el Bota de Oro hiberna en las primeras vueltas y carbura como pocos con la llegada de la primavera.

La esperanza del Atlético también pasa por su fiabilidad en el Calderón, donde sólo ha perdido uno de los 13 partidos (0-2 del Málaga) que ha disputado en 2010. Después de un arranque de curso descorazonador, la fiabilidad que le aporta De Gea bajo los palos, que acumula 430 minutos sin recibir un gol en su feudo, le ha permitido firmar sus mejores números como local en cinco temporadas.

Antes de que el canterano echara el cierre fue Silva el último que le batió. Sucedió el 28 de febrero, en un partido en el que el Valencia se adelantó y terminó a remolque y con mucha bronca (4-1). "Que nadie se espere un partido semejante", replica Quique, que frente a las alharacas reclama "cabeza". Un conflicto de intereses para un equipo acostumbrado a convertir los partidos en un avispero en el que la pasión se impone a la cordura. Y más si Reyes, lesionado contra el Madrid, juega aunque sea media parte.

En un partido que se espera vibrante Agüero y compañía examinarán con sus requiebros a Alexis y Navarro, ya recuperados, y al bisoño Jordi Alba, el agujero del que el Atlético sacó petróleo en Mestalla. Por su lado Pablo Hernández probará a Antonio López, la pieza menos fiable del engranaje rojiblanco. El protagonismo de las defensas o de las delanteras decidirá una cita de alto voltaje. El Liverpool o el Benfica, dos clásicos de Europa, aguardarán al vencedor en la próxima parada. Una antes del premio gordo, la final de Hamburgo. "Este partido ya es una final, esperamos que no sea la última", dice con buen ojo Mata.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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