Acceso a las armas
Parece evidente que, si no se tratara de una persona que saltó a la luz pública tras un incidente lamentable y el fuerte oleaje mediático desencadenado posteriormente, la intención del señor Jesús Neira de solicitar una licencia de armas para su defensa personal no habría sido noticia, sino el anónimo propósito de un ciudadano víctima de una agresión inaceptable. Y, como tal, el valor informativo de semejante propósito sería una cuestión personal e irrelevante. Sin embargo, teniendo presente que desempeña el cargo público de presidente del Observatorio Regional contra la Violencia de Género, y sin entrar en otros ámbitos o terrenos, ¿consideraría conveniente que las personas que han padecido el maltrato y viven amenazadas por sus parejas dispusieran de un arma para protegerse? En lo que va de año ya han sido asesinadas 13 mujeres. ¿Es más segura una sociedad que facilita el acceso a las armas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.