Barberá lleva su agravio al Cabanyal
La escena no tuvo desperdicio. Mientras la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde tomaba un café con Salvem el Cabanyal en una conocida bodega del barrio marinero, ocho concejales del PP, todos ellos miembros del gobierno de la alcaldesa de Valencia Rita Barberá, se plantaron sin previo aviso a las puertas del establecimiento para protestar porque la ministra no atendió el emplazamiento que 24 horas antes le hizo Barberá para visitar ambas el Cabanyal. Estas dos administraciones sostienen un contencioso después que Cultura dictara una orden que impide al consistorio de Barberá prolongar la avenida de Blasco Ibáñez a costa de derribos en el Cabanyal.
"Ha despreciado a la alcaldesa y a una buena parte de los valencianos que están de acuerdo con la prolongación al visitar el barrio con vecinos que representan una sola postura. Ayer [por anteayer] rechazó la invitación de Barberá", dijo el concejal Jorge Bellver, en referencia a la ministra de Cultura. "La alcaldesa ha hablado mucho con todas las partes", apostilló Bellver, que fue acompañado por otros siete concejales.
Los vecinos de la Asociación del Cabanyal-Canyamelar y los miembros de Salvem que andaban por allí no pudieron morderse la lengua. "Eso es mentira, señor. Es falso, señor. En doce años no se han reunido con nosotros", dijo uno de los vecinos alzando la voz. Fue entonces cuando Faustino Villora, miembro de Salvem y Vicent Gallart, dirigente de la asociación, salieron a las puertas del local para replicar a los ediles del PP. "En doce años que existe el problema, es la primera vez que hablo con el señor Domínguez", le echó en cara Villora.
A la salida del café con Salvem el Cabanyal -que solicitó tiempo antes verse con la ministra-, González-Sinde, acompañada de los socialistas Carmen Alborch y Jorge Alarte, saludó a los ediles del PP, aliviando la tensión acumulada. Todos dieron un pequeño paseo por el barrio. Guiados por la portavoz de Salvem Maribel Doménech, la ministra vio el solar donde antes se alzaba la torre de Miramar, inmueble derruido por el consistorio.
"La alcaldesa no estaba [el sábado] con un ánimo tan sereno ni con un tono constructivo [que facilitase el encuentro]. Quizá fue un poco demasiado vehemente en sus peticiones", confesó la ministra sin cerrar la puerta a un encuentro más adelante con Barberá. Los populares abandonaron el barrio con las mismas críticas con las que llegaron. "Es intolerable el comportamiento de la ministra y del presidente José Luis Rodríguez Zapatero", replicaron los concejales del PP poco antes de abandonar el barrio.
Fuera del Cabanyal altos cargos del PP lanzaron severas críticas a otros miembros del Gobierno. Los populares Marta Torrado y Alberto Fabra acusaron a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, de "amnesia selectiva" porque "no cumple con sus compromisos".
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