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Reportaje:

LOS OTROS 'CABANYALS' / 3 San Agustín y San Marcos en Castellón Una carretera por frontera

Un único paso de peatones une el 'pueblo' con la capital de La Plana

"De aquí han salido maestros, abogados y capellanes que ahora están en Roma". Los vecinos del grupo San Agustín y San Marcos están orgullosos de su barrio, o grupo, como ellos lo llaman. No en vano, han sido ellos quienes lo levantaron con sus propias manos y quienes siguen refiriéndose a Castellón como si no fuera la ciudad a la que pertenecen. En realidad funcionan como un pequeño pueblo, de cerca de 5.000 habitantes, lo que le convierte en el más poblado de la capital de La Plana, al margen del distrito marítimo. Bien es cierto que ahora no tienen papelería ni estanco, pero la vida en este lado oeste de Castellón, pese a otras muchas carencias, provoca que a él vuelvan los hijos de quienes lo crearon hace más de 50 años.

San Agustín y San Marcos es un barrio hecho a mano y agradecido
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Cinco calles transversales y otras tantas verticales conforman el barrio que, en realidad, fueron dos pero que, al no tener ningún elemento de separación, ni una plaza, los unió de hecho. Sus nombres dan cuenta de la procedencia de sus primeros habitantes: Albacete, Murcia, Málaga, Cádiz...Ninguna casa se eleva por encima de tres alturas y lo reducido de sus ordenados viales no permite la entrada de más luz solar que la del mediodía. Apenas alguna vivienda presenta síntomas de abandono, pero también son muy pocas las que aparecen como modernas construcciones. Más bien son el hábitat de quienes, con mucho sacrificio, las construyeron hace años y ahora las mantienen como sus bienes más preciados.

Fuera de sus estrechas calles, la variedad abunda. Naves industriales a un lado, solares a otro, una fábrica más allá y la ahora antigua carretera nacional, que se convirtió en la gran barrera que los separó, de por vida, del centro de la ciudad. Pese a la casi decena de años que hace que se trasladó el tráfico de este vial por la variante, la carretera sigue siendo una zona de mucho tránsito. Y, por ello, sigue siendo una "frontera" para los vecinos que ahora van "a Castellón" por el único paso de peatones que los une con el casco urbano. En esta circunstancia se centra una de las actuales reivindicaciones del barrio, tal como expresa el presidente de la asociación de vecinos, Paco Cabañero, en facilitar la comunicación, con un mayor servicio de transporte urbano, ya que la línea que circula hasta el centro está "al otro lado de la carretera", y éste sigue siendo un obstáculo.

San Agustín y San Marcos es un barrio hecho a mano y agradecido. De hecho, el nombre procede del dueño del suelo, entonces lleno de algarrobos, que accedió a ir vendiendo parcelas y cobrarlas cuando las familias, procedentes de Andalucía, Extremadura, La Mancha, o municipios del interior de la provincia de Castellón, disponían de recursos. El vecindario tiene a otras dos personas a quienes agradecen el nacimiento como barrio, tal como recuerda la presidenta de la Asociación de Mujeres La Torreta, Rosa María Andreu: el señor Monterde y la señora Manolita. El primero era vendedor de materiales de construcción "y cuando los vecinos llegaban con las 100 pesetas de la campaña de la naranja, pagaban 50 a Monterde, a cuenta de lo que les había vendido, y con las otras 50 vivían". La segunda era la propietaria de un pozo al que les autorizó el acceso para "consumo humano y para la construcción de las viviendas".

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"Eran otros tiempos y se construía sin ningún tipo de orden urbanístico", reconoce la propia asociación de vecinos en un pequeño espacio web. Sin embargo, crecieron bastante ordenados, al menos alineados, pero fuera de cualquier planeamiento y sin recursos básicos, valiéndose de su insistencia para lograr tomas de luz y de agua.

Con la democracia llegó la legalización urbanística del barrio y la instalación de servicios como el alcantarillado, el centro de salud o los colegios.

Rosa María Andreu recuerda cómo, vendiendo botellas de cristal, los entonces jóvenes lograron comprar dos almacenes. Uno de ellos es hoy la iglesia. El otro, un centro social en el que se organiza todo tipo de talleres y actividades. Ambos se construyeron con los beneficios obtenidos de la venta de lotería y con las aportaciones de los propios vecinos.

Así, la misma filosofía con la que crearon el barrio, con el convencimiento de que si no lo hacían ellos, nadie lo haría por ellos, sus reclamaciones siguen siendo mínimas, pese a que el número de vecinos les llegó a "proporcionar" un representante en el ayuntamiento. En un barrio en cuyos alrededores sobra espacio, ahora piden que se acabe un campo de fútbol para poder sustituir al que se eliminó para construir una calle. Eso, y algún médico que les atienda por la tarde ya que, de esta manera, no deberán dejar de trabajar para acudir a atender a su salud.

Una de las angostas calles del centro del barrio castellonense. A un lado, el solar sirve de aparcamiento.
Una de las angostas calles del centro del barrio castellonense. A un lado, el solar sirve de aparcamiento.ÀNGEL SÁNCHEZ

EL BARRIO DE SAN AGUSTÍN Y SAN MARCOS

- Origen. El barrio actual comenzó a construirse en los años 50 por trabajadores procedentes de Extremadura, Andalucía, La Mancha y el interior de Castellón.

- Población. Tiene poco menos de 5.000 habitantes de los que los hombres concentran un 53% superando ligeramente a la cantidad de mujeres.

- Vecindario. El 82% de la población es española.

- Nacionalidades. La mayoría de los emigrantes son rumanos.

- Resultados electorales.En las locales de 2007 y sobre un censo de 1.545 personas, el PP logró 381 apoyos, el PSPV-PSOE obtuvo 190, el Bloc, 47 y Esquerra Unida, 32

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