Cine más allá de la imagen en la Fundación Caixa Galicia
Lois Patiño muestra documentales y videocreaciones
El cine -algún cine- siempre ha querido ir más allá y más adentro de la imagen externa, incluso de las emociones. Uno de esos autores, Lois Patiño (Vigo, 1983), muestra en la Fundación Caixa Galicia (en A Coruña desde mañana, en Vigo desde el viernes) una serie ingente y diversa de esa búsqueda. Rostros de area, un proyecto que obtuvo una de las becas de Caixa Galicia para primera obra en 2008, reúne el largometraje Rayito, dos videoinstalaciones, dos piezas de videoarte y los tráilers de sus otras obras: los ciclos Rostros de area y Paisaxe interior y el de su última película Lembrando as faces da morte.
Rostros de area es el título genérico de un ciclo fílmico de documentales sobre la identidad cambiante (su lema es una frase de Michel Foucault: "El hombre desaparecerá como, en la orilla de la playa, un rostro de arena"), que retrata personas con una existencia al margen de lo considerado normal. Rayito tiene como protagonista a un hombre que "vive" como payaso. No sólo trabaja como tal (como mimo callejero), sino que desarrolla vestido y maquillado así toda su vida, desde hacer la compra a ir al médico. Una presencia en las calles del centro de Madrid que intimidaba al Lois Patiño niño, hasta que la curiosidad fue sustituyendo al miedo. Las otras dos películas del ciclo son Profesor Tejero, un profesor universitario al que sus teorías llevaron a vivir en una cabaña aislada (cuando Lois Patiño fue a mostrarle la película, lo encontró muerto en su interior) y Zuma-Embaixador do sol.
Hijo y sobrino de pintores, el autor reconoce la influencia familiar
También figura en la exposición el tráiler de Lembrando as faces da morte, un corto de 35 minutos consistente en un bucle de imágenes sobre el momento de la muerte, las videoinstalaciones sobre la identidad fragmentaria Paisaxe-duración y O eu fragmentado y una muestra de sus películas experimentales Paisaxe interior, un proyecto de 40 obras de media hora de duración inspiradas por un consejo de Nietzsche: "Hay que ir al desierto 40 días y adelgazar". Se presentan las tres primeras, grabadas en una montaña nevada de los Pirineos franceses y en un parque acuático abandonado.
Es difícil no ver en la obra de Lois Patiño la influencia familiar. Es hijo de los pintores Antón Patiño y Menchu Lamas, sobrino segundo del también pintor Reimundo Patiño y nieto del librero y escritor Antón Patiño. "Ha sido una influencia en dos direcciones antagónicas. Una, para oponerme y otra para acabar haciendo lo mismo, de forma inconsciente y con otros materiales", reconoce el cineasta. También su formación académica empezó siendo un tanto antagónica. Lois Patiño estudió a la vez en Madrid psicología y cine, al tiempo que participaba en talleres de Daniel Canogar y José Luis Guerín, y posteriormente completó su aprendizaje cinematográfico en universidades de Nueva York, Berlín y Barcelona.
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