Barberá hace una condena genérica de la censura pero evita aludir a Rus

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, condenó ayer la censura de fotos en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (Muvim) ordenada por Alfonso Rus, presidente de la Diputación de Valencia, pero evitó un ataque directo a su compañero de partido. Rus ordenó retirar varias fotografías del caso Gürtel -que implica a dirigentes del PP valenciano- de la exposición Fragments d'un any, organizada por la Unió de Periodistes Valencians en el Muvim. El pasado miércoles, Rus volvió a defender su derecho a la censura.

"¿Está usted de acuerdo con esta censura?", le espetó el concejal socialista Rafael Rubio a la alcaldesa mientras agitaba las fotos de la polémica. "Ya condenó este gesto ante la prensa, haga aquí lo mismo", le pidió Rubio, quien insistió en que el episodio protagonizado por Rus no tiene precedentes en la ciudad y es "muy grave". "Hemos salido en periódicos y televisiones de otros países por el caso de censura", lamentó Rubio, que propuso al consistorio que proporcione a la Unió de Periodistes un local público para exhibir íntegra la exposición censurada.

Fue el primer teniente de alcalde, Alfonso Grau, y no la alcaldesa, quien replicó a los socialistas. Grau sacó, como ya ocurrió en la Diputación, fotografías sobre el pasado de las hijas del presidente José Luis Rodríguez Zapatero con los Obama u otra instantánea sobre unas concejales socialistas que, según Grau, boicotearon en Alaquàs un mitin del PP. Incluso presumió Grau de los carteles de apoyo y protesta que en ese momento colgaban de los palcos del pleno: "Nunca hemos expulsado a nadie por estas cosas", dijo apuntando a las pancartas críticas con el gobierno local.

Grau arremetió contra la Unió de Periodistes, a la que presentó como la organización que concedió su premio Llibertat d'Expressió al colectivo crítico con el PP Ja en tenim prou. "Esa es la misma organización que aportó esas fotos y no otras y, aunque están en su derecho, me parece indecente que ustedes respalden el uso de locales públicos para hacer manifestaciones partidistas", subrayó. La censura afectó a una decena de fotos políticas, casi todas referidas al caso Gürtel, del centenar de imágenes de la muestra Fragments d'un any sobre la actualidad valenciana del año 2009. Pero, a juzgar por el tono empleado ayer, lo que más molestó al PP fue el plante de los fotógrafos valencianos a Barberá durante la recepción de Fallas. "Eso es lo que les ha dolido de verdad; el plante a la alcaldesa", replicó Rubio, que invitó a Grau a integrarse en el jurado de esos premios y poder así ejercer "la censura previa".El concejal socialista recordó a Grau que las instituciones y espacios públicos no son "el cortijo particular" del PP, sino de todos los valencianos, y preguntó a Grau si a partir de ahora será él quien decida a quién tiene que premiar la Unió de Periodistes. "Lo condenan o no lo condenan, no hay más", subrayó Rubio a la vista de la declaración promovida por los populares. La moción socialista, que reclamaba una condena explícita contra Rus, decayó.

Este ultimátum crispó más un debate ya tenso. Hasta la alcaldesa replicó a Rubio desde la presidencia, aunque no llegara a enchufar el micrófono. "¿Vamos a hacer lo que usted quiera y cuando usted quiera? Pues no", le contestó. Al final se impuso la moción del PP, con la abstención de los socialistas.

La alcaldesa censuró esta abstención y aprovechó para echarle en cara a la oposición el recurso que han perdido. El Tribunal Superior de Justicia valenciano ha rechazado un recurso contencioso-administrativo presentado por los socialistas por la negativa del Ayuntamiento a exponer en público el Concierto Previo del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

El pleno, con los votos del PP, desestimó las mociones que los socialistas llevaron ayer. El edil de la oposición Juan Soto instó al gobierno local a que pida a la Generalitat que mantenga las subvenciones a la Federación de Sociedades Musicales de Valencia, y el consistorio dialogue con ellas del Certamen Internacional de Bandas. El concejal de Fiestas y Cultura Popular, Félix Crespo, aseguró que contará con este organismo y que nunca ha interrumpido el diálogo. Otra de las mociones derrotadas fue la del tratamiento de residuos. La concejal socialista Carmina del Río instó a Barberá y su gobierno a que cumplan con los calendarios de construcción o ampliación de las plantas de tratamiento.

Y todo esto sucedió un día en que los palcos del salón de plenos se llenaron de pancartas. Allí estaban las de los vecinos partidarios de la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez o la también clásica: "Zapatero miente".

Entre las manifestaciones críticas destacaba la de los vecinos de la plaza de Beneito y Coll, que acusan de mobbing al consistorio porque ha declarado en ruinas el edificio del número uno donde tres familias viven alquiladas desde hace tiempo y que les obliga a irse. También hubo manifestaciones para "exigir los derechos de la ley de autonomía de las personas y de dependencia ya".