El marido de Sandra Bullock quería "tías buenas, tatuadas y moteras"
Jesse James colgaba anuncios en la Red para buscar citas con mujeres
Las infidelidades de Jesse James, el marido de Sandra Bullock, llevan camino de convertirse en un culebrón parecido al que ha protagonizado el gran campeón de golf Tiger Woods.
La actriz ve cómo cada día una mujer diferente cuenta que ha tenido una aventura con su marido. Según sus testimonios, Jesse James, de 40 años, no sólo ha engañado a Bullock, de 45 años, mientras rodaba la película The Blind Side, que le ha hecho ganar este año un Oscar a la mejor actriz, sino que además decía a sus amantes que su matrimonio era una pantomima. Para buscar mujeres, llegó a colgar anuncios en la Red en los que buscaba "tías buenas, tatuadas, moteras, con buenas tetas", según informaba ayer el diario The Angeles Times. Luego las invitaba a pasarse por su tienda de motos en Long Beach, California, donde les enseñaba no las motos, sino el reservado.
La modelo de tatuajes Michelle La Bomba McGee fue la primera en revelar las infidelidades del marido de Bullock. Le han seguido, de momento, otras dos: la fotógrafa Brigitte Daguerre y la stripper Michelle Smith, según informa la página web TMZ.
Al motero le gustan las chicas cortadas por un mismo patrón: con mucha curva y un exceso de tatuajes de dudoso gusto. La Bomba los lleva incluso en la frente.
Algunos conocidos de James han hablado anónimamente con la prensa de Los Ángeles y han advertido de que estas revelaciones son sólo el principio de un caso de alta traición matrimonial que puede superar a la adicción al sexo de Tiger Woods.
TMZ informaba ayer también de que una ex colaboradora de James demandó al motero y a su empresa por acoso sexual en 2007. En la demanda pedía 725.000 dólares (542.000 euros); al final, ambas partes llegaron a un acuerdo extrajudicial y todo quedó entre ellos.
Bullock, una mujer muy apreciada por el público norteamericano por su simpatía, no tiene pinta de ser de las que aguantan este tipo de historias. El pasado 6 de enero, en una entrega de premios en Los Ángeles, opinó sobre la supuesta agresión de Elin Nordegren a su marido, Tigger Woods, con un palo de golf después de descubrir sus infidelidades: "¡Si yo fuera Elin le hubiera pegado más de lo que ella le pegó... ¡Hubiera seguido pegando!".
Las cosas no pintan bien para Jesse James. Sandra Bullock, de momento, guarda silencio. Acaba de regresar a Los Ángeles desde su rancho de Austin, donde ha permanecido refugiada de todo este escándalo con la compañía de los tres hijos de Jesse James, a los que quiere y protege como suyos.
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