"Puede contar con nuestra colaboración"

Satisfechos, escépticos y contrariados. La designación de Juan Luis Ibarra para el Tribunal Superior desencadenó múltiples reacciones. Sobre todas prevaleció la del reposo, tras tres tortuosos procesos y más de un año de gestión en funciones que han agotado a magistrados, políticos y candidatos. Todos los implicados coincidieron, sin embargo, al tender ayer la mano al nuevo presidente.

Con deportividad y "buen perder", Juan Mateo Ayala y Jaime Tapia dieron la enhorabuena al nuevo presidente, le desearon suerte y se ofrecieron para aportar su granito de arena "para lo que haga falta". "Puede contar con mi colaboración", aseguró su gran rival en las negociaciones. "Espero que pueda llevar adelante el proyecto que presentó ante el Consejo y podrá contar con mi ayuda si le hace falta", añadió el único aspirante asociado.

También el Gobierno quiso unirse a las felicitaciones, tras unas últimas semanas en las que había instado al acuerdo en el Poder Judicial. La consejera de Justicia, Idoia Mendia, manifestó su "respeto a la decisión" y su "satisfacción" porque, con ella, "se pone fin a una situación de interinidad que duraba ya demasiado tiempo". Además, la también portavoz del Ejecutivo mostró su "total disposición" a colaborar con el presidente electo, con quien confía en poder "mantener una estrecha relación institucional en beneficio de la Administración de Justicia y la ciudadanía vasca en general".

También las principales asociaciones judiciales acataron la designación de Ibarra. De mejor grado la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que ante la ausencia de un candidato propio, le consideraba como el sucesor natural de Fernando Ruiz Piñeiro. El portavoz de la agrupación, Antonio García, se mostró "elogioso" hacia el nuevo presidente, de quien destacó su "mérito y competencia". "Es una de esas figuras que dignifican nuestra carrera", consideró.

Más prosaicos se mostraron desde la asociación progresista Jueces para la Democracia (JpD), de la que Ibarra fue fundador y de la que posteriormente se salió. Su portavoz en Euskadi, Edmundo Rodríguez, celebró la conclusión del proceso, aunque matizó que la elección favorece la continuidad de la actual gestión y animó al presidente a "realizar cambios".