El valor del grupo

"No han podido evitar nuestra avalancha ofensiva", se felicitaba Gregorio Manzano tras la goleada (4-1) al Atlético. Cuatro tantos que vinieron a confirmar una de las virtudes del cuadro balear esta temporada: los goles son cosa de todos. Después de estrenarse Mattioni, con un golazo, son ya 13 los jugadores que han marcado esta temporada en el Mallorca, la cuarta plantilla más democrática de Primera en ese aspecto, tras las del Madrid (han celebrado al menos un gol 16 futbolistas), el Málaga (15) y el Zaragoza (14). El resultado es que el Mallorca es cuarto, puesto de Liga de Campeones, tras descabalgar a un irregular Sevilla, cuando en septiembre no pasaba de ser un aspirante más a la permanencia.

Hasta 13 jugadores han logrado al menos un tanto en lo que va de Liga

En la Liga, el Mallorca suma 45 tantos muy repartidos -el máximo goleador es Aduriz, con nueve-. Llama especialmente la atención el peso ofensivo de una línea media que, en su conjunto, totaliza 20 goles. Uno más que la delantera, que lleva 19. Los organizadores del juego, Mario Suárez y Borja Valero, acumulan cuatro tantos cada uno. Valero, el cerebro atacante, se ha beneficiado de jugar en una posición más adelantada durante buena parte del campeonato mientras que Mario ha sabido exprimir al máximo su fuerte disparo, llegando con facilidad a los rechaces desde la segunda línea. "Lo que estamos consiguiendo es fruto del trabajo, del sacrificio y de la humildad", explica el ex jugador del Atlético, "porque todos contamos igual".

Un equipo hecho de retales, con Manzano pegando las piezas, tira de un club hasta arriba de deudas (unos 50 millones). El técnico sitúa "el germen del triunfo en la competencia, en las ganas y en la ilusión de los futbolistas para jugar domingo tras domingo".

Julio Álvarez, dueño de la banda derecha, ha marcado seis goles y corrobora que, en el Mallorca, no se distingue entre suplentes y titulares: "El mister tiene que dar oportunidades a todos y aquí formamos un grupo en el que nos respetamos todos". También lleva un buen registro, cuatro goles, el uruguayo Gonzalo Castro, que, tras una temporada de adaptación, se ha consolidado en el once inicial a base de electrificar el costado izquierdo con su regate y su punta de velocidad.

La firmeza del Mallorca en casa (sólo siete tantos en contra y un solo partido perdido, frente al Sevilla) no ha impedido que los defensas se sumen a la filosofía de ataque colectivo. El central luso Nunes, uno de los veteranos, lleva tres goles, todos ellos de cabeza. Mattioni, cedido por el Milan y que responde al prototipo de lateral brasileño con vocación atacante, se estrenó este domingo con un voleón a la escuadra.

La capacidad ofensiva de la segunda línea y de la defensa ha acudido al rescate del equipo cuando más lo necesitaba, en los periodos de sequía de los delanteros. Con todo, el partido ante el Atlético supuso el despertar de los puntas del Mallorca. Se reencontró con el gol Aduriz, que había empezado la temporada como un cohete, pero llevaba 10 jornadas sin marcar, y también Víctor halló recompensa a su labor oscura. El complemento ideal es Webó, un suplente que cuenta cinco goles.