Egibar pide a los imputados que se defiendan al margen del PNV

El temor a que la crisis abierta por la supuesta trama de corrupción que afecta al PNV en Álava dañe la imagen del partido se ha instalado entre sus filas. Después de que el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, aludiera el viernes de forma indirecta al caso al asegurar que la formación jeltzale "no puede ni va a desviarse un solo milímetro" de "la honestidad", el portavoz parlamentario peneuvista, Joseba Egibar, fue ayer tajante respecto a la situación de los ocho imputados. Pese a que considera que se ha "pisoteado" la presunción de inocencia de los inculpados, Egibar señaló en declaraciones a Radio Euskadi que éstos "se van a tener que defender a ras de suelo, como simples ciudadanos y lo van a tener que hacer despojados de cargo de representación".

Claudio Rodríguez opina que la dimisión de De Miguel "le honra"

Uno de los investigados por supuesto cohecho, el diputado de Administración Foral y Equilibrio Territorial, Alfredo de Miguel, dimitió al poco de estallar el caso. Mientras, otro de los imputados, el miembro del Araba Buru Batzar, Aitor Telleria, aún no se ha pronunciado oficialmente aunque, en vista de lo que piensa su partido, todo apunta a que renunciará a su cargo en breve.

Las esposas de De Miguel y Tellería -Ainhoa Bilbao y Araceli Bajo-, Koldo Otxandiano, ex director de Bienestar Social de Álava, y su mujer,

Iratxe Gaztelu -candidata jeltzale en las elecciones al Parlamento-, Alfonso Arriola, actual asesor en el Tribunal Vasco de Cuentas de Eusebio Melero, miembro a propuesta del PNV, también están inculpados.

Egibar lamentó que "para la opinión pública ya sean culpables porque se les ha incriminado públicamente" aunque apuntó que "si han causado daño al erario público y fueran responsables del mismo "tendrían que responder también ante la Justicia".

El portavoz del PNV, que censuró que aún no se conozcan los "hechos concretos" que se les imputa a sus compañeros de filas, llegó a comparar la situación de "absoluta indefensión" de los inculpados con el caso de los bomberos catalanes confundidos con etarras por las autoridades francesas.

En la misma línea que Egibar, el teniente de diputado general de Álava, Claudio Rodríguez, aseguró que la dimisión de De Miguel "le honra y le define como persona" y anunció que podría ser sustituido la próxima semana.

Las reacciones del resto de grupos políticos continuaron sucediéndose ayer. Así, el secretario general del PSE-EE de Álava Txarli Prieto, pidió esperar a que la Justicia "confirme" la presunta corrupción para que la política "sea implacable y tome todas las medidas oportunas". Ahora bien, Prieto matizó que las "medidas preventivas" que está adoptando el PNV apuntan a "un reconocimiento de la extrema gravedad" del caso.

Por su parte, el portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, denunció que el pacto de PNV y PSE en Álava tras las elecciones forales tiene "consecuencias" y señaló que el grupo jeltzale "no ha defendido la presunción de inocencia" de los imputados puesto que "se ha apresurado a desmarcarse" de ellos. El presidente popular en Guipúzcoa, Borja Sémper, aseguró que si se confirman las irregularidades en el caso, el PNV estaría "pringado hasta las cachas". Sémper no cree que De Miguel, "hombre fuerte" del PNV en Álava, "no contara nada a sus jefes".