"Cada vez hay menos futbolistas con inteligencia callejera"
Al principio fue un parche de Marcelino. José Aurelio Gay (Madrid; 1965) ascendió del filial para dirigir al Zaragoza en el Bernabéu. Se llevó seis goles y la impresión de que el vestuario necesitaba una "catarsis porque había demasiados jugadores contaminados por el ambiente". La directiva le advirtió de que negociaba con Schuster y después con Víctor Muñoz. Aunque Gay aceptó el papel secundario, no se mordió la lengua. "Estaba preparado por mis 15 años como jugador, las experiencias en los banquillos de Segunda y Segunda B, y por conocer el latido de este club". Y se quedó. Hoy aguarda al Barça, su rival más admirado.
Pregunta. ¿Por qué echó a varios jugadores nada más asumir el mando del equipo?
"El Barcelona tiene muy pocos puntos débiles. Quizá el juego a balón parado"
Respuesta. Tras estar una semana con el grupo, identifiqué quién nos podía ayudar y quién no. El equipo debía reforzarse y para ello había que abrir hueco. Se dice que se marcharon los que estaban con Marcelino, pero no es así. A Ewerthon le di una oportunidad pero su actitud no coincidía con sus palabras. Songo'o era muy valiente pero en lo técnico y lo táctico no podía ayudar, igual que Braulio. Y Ayala era el capitán y nunca tuvo la intención de ayudar al equipo o colaborar conmigo. Algunas decisiones han sido impopulares, pero me pagan para tomarlas.
P. ¿Qué papel tuvo en la incorporación de los siete fichajes?
R. Me consultaron para los puestos, pero no para los nombres. Solicité que fueran de rendimiento inmediato. El club lleva ya unos años convulsos y necesita estabilidad. Cuando llegué había una clara fractura social y dimitió el presidente. Mi papel es el de aportar normalidad y naturalidad. Y de momento el equipo responde.
P. ¿Cómo consiguió convencer a los jugadores del proyecto?
R. Sólo les dije que somos mejores de lo que demostramos. Les hice hincapié en el entusiasmo. Les hablé de la profesión porque después del fútbol no hay nada mejor. Que sean capaces de vivirlo intensamente. Fue un cursillo acelerado, con pocos conceptos pero mucha carga de trabajo. Sobre todo me preocupaba armar los aspectos defensivos. Pero eso no quiere decir que sea un entrenador de laboratorio. Al contrario, en el apartado ofensivo quiero espacio para la improvisación. No se prohíbe nada y cualquier jugador puede desatender la pizarra. El problema es que esos jugadores escasean.
P. ¿Por qué?
R. Cada vez hay menos futbolistas con inteligencia callejera, curtidos en los partidos del barrio. Se aprenden menos pillerías y se desarrolla menos el nivel táctico del jugador. Estamos limitados a lo instintivo.
P. ¿Qué fútbol procura crear en el Zaragoza?
R. Me gusta el juego de combinación y elaborar la jugada. Pero nos faltan futbolistas para eso. Estamos acostumbrados a la transición rápida, a pisar el área rival en pocos toques. Ya lo sabía cuando acepté el cargo. Por eso creo que es bueno apostar por alguien de la casa para el banquillo. Estamos en época de crisis y los de la cantera salimos más baratos y conocemos la ciudad y los medios. Guardiola nos ha allanado el camino.
P. ¿Qué opina de Guardiola?
R. Sólo puedo elogiarlo. Ha sabido coger lo bueno de Rijkaard y le ha añadido gotas de Cruyff. Además, ha aportado su grano de arena, que es el apartado defensivo. Ataca, marca y presiona en el lugar de la pérdida. Eso no se había visto en España, por lo menos en un grande. Viendo al Barça se ha de reconocer que es uno de los mejores equipos de la historia. Va a marcar época. Tiene muy pocos puntos débiles. Quizá el juego a balón parado.
P. Ahora ha cambiado algunos aspectos de su sistema...
R. El Barça tiene una riqueza táctica enorme. Pero no varía demasiado porque mantiene el triángulo interior, por más que tenga amplitud con los extremos. Su estilo de controlar, pasar y moverse no cambia. Ahora juega Messi por el medio y parece que hace más goles. Pero es que a Messi casi no se le puede parar. Cada vez está más cerca del nivel de Maradona. Cristiano también es muy completo, pero por sí solo no resuelve un partido. Por otro lado, también se nota cuando juega Ibrahimovic. Ayuda a crear un fútbol más directo.
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