"De nada sirve que cambie la mujer si el hombre sigue igual"
Isabel Martínez (Jaén, 1969) defiende a capa y espada la existencia del Ministerio de Igualdad, que ha situado a España a la vanguardia en políticas de género. La secretaria general de Igualdad visitó recientemente Alicante para la entrega de los primeros Premios Angelita Rodríguez, histórica militante socialista. Esta licenciada en Ciencias de la Información y ex asesora de María Teresa Fernández de la Vega, asume que su ministerio es "ideológico" y opina que por eso la derecha mediática "ridiculiza y frivoliza" su gestión.
En una conversación con EL PAÍS admite que todavía quedan retos pendientes. "La igualdad debe ser real y efectiva", afirma Martínez. Considera que además de luchar contra la violencia machista hay que conseguir la igualdad en el ámbito laboral y, sobre todo, "la corresponsabilidad". "De nada vale que cambien las mujeres si los hombres siguen igual", asegura.
"El ministerio es ideológico, por eso la derecha nos ridiculiza tanto"
Martínez destaca los avances legales en España: "Las leyes son importantes, nos obligan a caminar y marcan pautas, pero detrás de las leyes debe haber políticas públicas para aplicarlas". Sobre la reforma de la Ley del Aborto y las protestas de algunos sectores ultraconservadores, la número dos del Ministerio de Igualdad afirma respetar estas manifestaciones, pero recuerda que la norma se aprobó "con debate y consenso, y se debe cumplir". Y agrega: "No creo que el PP, cuando gobierne dentro de muchos años, la anule".
Martínez cree que el principal problema "para la derecha es que este ministerio es ideológico. Por eso algunos medios conservadores sólo buscan ridiculizar o la anécdota". Y está dolida: "Jamás en la historia de la democracia he visto tantos ataques a un miembro del Gobierno basados en la manipulación. Atacan a la ministra por ser joven y mujer". Y pese a ello, está convencida que el PP no se atreverá a suprimir este ministerio.
Al reflexionar sobre la lacra de la violencia machista, la secretaria de Igualdad admite que "la violencia es estructural, y es el exponente más claro de la subordinación de la mujer". Y si de algo ha servido la trilogía de Stieg Larsson es para evidenciar que "no hay sociedad europea por avanzada que sea que no tenga este problema". En cuanto a la igualdad laboral, anima a las empresas a que diseñen sus propios planes "hagan diagnóstico y adopten medidas para favorecer la igualdad, que al fin y al cabo es un factor de competitividad y productividad". "Además, para solucionar el problema demográfico debemos quitar las cargas negativas que la maternidad tienen para los empresarios", destaca. Pese a las reticencias iniciales de la patronal CEOE, los empresarios ahora son "muy receptivos".
Y una última reflexión sobre qué ocurre en las universidades, donde las mujeres sacan expedientes brillantes, hacen carrera, tesis, pero luego no llegan a catedráticas ni a rectoras, como ha ocurrido ahora en Valencia. Martínez contesta que "eso, precisamente, demuestra que son necesarias medidas correctoras y confirma que es necesario el Ministerio de Igualdad". Y concluye con dos datos: sólo hay cinco rectoras y tan sólo un 13% de catedráticas son mujeres.
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