"Me gusta ser el chico de moda"
David Guetta (París, 1967) es francés, pero está encantado de que su nombre sea leído con fonética inglesa. Es todo un símbolo de su triunfo internacional. Con ese aire de secundario de película de dibujos animados ha conseguido, pasito a pasito, pasar de dj de la escena house underground parisiense de los primeros noventa a tener la agenda del móvil llena de superestrellas que quieren colaborar con él. Black Eyed Peas, Madonna o Kelis ya lo han conseguido. Britney Spears espera turno. Y Rihanna (con quien compartirá cartel en el Rock in Rio madrileño el próximo 5 de junio).Su frenética actividad lo ha llevado de gira a Australia para "actuar cada noche ante 30.000 personas", desde donde nos atiende disculpándose por estar "menos divertido de lo habitual por culpa del jet lag".
Asentado entre París e Ibiza —"donde me siento en casa"—, Guetta lleva una década facturando rompepistas. Pero 2009 ha sido su año dorado. Con su álbum One love ha conseguido sus primeros números uno en las listas oficiales de toda Europa. Además, su trabajo como productor en I gotta feeling, el bombazo de Black Eyed Peas, le abrió el mercado americano. De momento, ya tiene un Grammy, lo que le convierte en el mejor ejemplo actual de que la electrónica de batalla no siempre es sinónimo de mediocridad.
EP3. ¿Se considera un pinchadiscos, un productor o un artista de pop?
David Guetta. Antes que nada, un pinchadiscos. Provengo de la cultura de club. Aunque produzca a grandes artistas y actúe para mucha gente me siento más cómodo en clubes más pequeños.
EP3. ¿Todavía se siente underground?
D. G. Por supuesto que no. ¿Cómo podría decir que soy underground cuando vendo millones de discos? Sería ridículo.
EP3. ¿Ha encontrado la fórmula pop infalible?
D. G. He hecho que el dance trascienda. América siempre ha tenido miedo de la música de baile. Han empezado a hacerle caso gracias a canciones mías como Sexy bitch. La música dance es el nuevo hip-hop.
EP3. EE UU parece su gran objetivo ahora mismo.
D. G. Allí me ven como un artista nuevo, como una nueva tendencia musical. He actuado en Ibiza y en Europa durante muchos años y todo el mundo me conoce. Es muy excitante ir a América y sentirme otra vez como el chico de moda.
EP3. ¿La crítica le infravalora?
D. G. Ellos me han dado un Grammy. Que a alguna gente no le guste mi música es algo que no puedo cambiar. Sería indecente quejarme estando en mi situación.
EP3. ¿Le hace ilusión producir el próximo sencillo de Madonna?
D. G. Es todo un honor tener acceso a ese nivel de talento.
EP3. ¿Escoge usted a sus colaboradores?
D. G. El 95% de las veces vienen ellos a mí. Pero no siempre digo que sí. Aún hago música como puro placer y quiero trabajar con gente que me encante, no sólo famosos. A veces se convierten en grandes amigos, como Kelly Rowland, Akon o will.i.am.
EP3. ¿Hacerse viejo es compatible con pinchar?
D. G. Probablemente no quiera emborracharme cada noche cuando tenga 50 o 60 años. Pero leyendas como Junior Vasquez, que es bastante mayor, todavía trabajan. Yo nunca dejaré de pinchar.
EP3. ¿Ha actuado en una rave ilegal?
D. G. ¡Por supuesto! De ahí vengo.
EP3. ¿Fue arrestado por ello?
D. G. No. Era demasiado joven y listo para ser arrestado cuando hacía estas cosas.
EP3. ¿Ha llegado a sentirse culpable por ser demasiado rico?
D. G. Antes de ser rico fui muy pobre. Se ha equilibrado. ¿Por qué debería sentirme mal? Mi vida es la misma, venda un millón de discos o mil. Mi música es la misma. Y amo a mi mujer del mismo modo.
EP3. Su mujer, Cathy, trabaja con usted. ¿Cómo la conoció?
D. G. En una discoteca. Y eso que se suele decir que las relaciones que empiezan en las discotecas nunca permanecen.
EP3. ¿Nunca se ha puesto celosa al verlo rodeado de chicas en biquini?
D. G. No. Ella misma organizó la fiesta que aparece en el vídeo de Sexy bitch. Era una fiesta sorpresa que acabó en videoclip.
EP3. ¿Recuerda Rock in Rio 2008?
D. G. Recuerdo estar asustado y ansioso, algo poco frecuente. Suelo saber qué debo pinchar, pero ahí no sabía si tenía que ser el artista pop o el dj. Es difícil equilibrar la sesión para contentar a todo el mundo.
EP3. Y ahora que sabe lo que le espera, ¿qué es lo que hará?
D. G. Este año es fácil. La voy a montar, tío. Créeme.
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