Los tapices flamencos de Lleida se lavan la cara en Madrid
Las obras se muestran juntas por primera vez en dos siglos
El equipo de restauradoras de la Fundación Real Fábrica de Tapices de Madrid trabajaba ayer a marchas forzadas en tres tapices flamencos que deben estar listos antes del próximo 7 de mayo. Ese día se inaugurará en Lleida la exposición Los tapices de la Seu Vella. Será la primera vez en 200 años que las 15 piezas que forman esta colección, propiedad del cabildo de la Catedral ilerdense, se muestren juntas.
Los trabajos en los tres tapices que ayer se reparaban en Madrid han durado entre tres semanas y tres meses. ¿Cómo acertar con colores que se usaron hace 400 años? "Tenemos un laboratorio de tintes sólo para eso", explica Ana Schoebel, directora del departamento de Conservación Textil de la Real Fábrica de Tapices. Fundada en 1721 por Felipe V, cuenta hoy con más de un centenar de empleados, entre los que hay historiadores textiles, técnicos, personal de archivo, diseñadores, fotógrafos... El más ilustre diseñador de tapices de la Real Fábrica fue Francisco de Goya, quien dibujó 63 cartones, y la misión de conservación del patrimonio textil de la Corona se ha mantenido durante casi tres siglos. Aunque también siguen saliendo nuevas piezas de sus telares. "No sólo hacemos conservación textil de tapices, alfombras y reposteros; también seguimos fabricando", precisa María Dolores Asensi, directora de la fundación. Las instituciones no son ya sus únicos clientes, aunque suponen el 80% de los servicios de conservación. "En fabricación la demanda de nuevas piezas viene por igual de instituciones y particulares", señala Asensi.
Cuando los tres tapices ilerdenses salgan de la Real Fábrica habrá culminado un proceso que comenzó en 2002 gracias a la colaboración entre la Fundación La Caixa, el departamento de Cultura de la Generalitat y el Museo de Lleida.
Esta colección no es la más numerosa si se compara con la de la catedral de Tarragona o la del palacio de la Generalitat, que cuentan con varias decenas de tapices. "Pero cualitativamente sí que lo es, porque representa la evolución del arte de la tapicería flamenca a lo largo del siglo XVI", explica Carmen Berlabé, conservadora del Museo de Lleida. Los esfuerzos por restaurar los tapices se remontan a 1992, recuerda Mercè Freixinet, directora de CaixaForum Lleida. Con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona, el Comité Olímpico Español pidió que se hiciera una exposición y la Fundación La Caixa realizó los primeros estudios: "Los tapices ni estaban catalogados", aclara Freixinet.
En 2002 se decidió restaurar El hijo pródigo, el tapiz más grande, antiguo y emblemático de la colección. Se encargó de ello el Institut Royal du Patrimoine Artistique (IRPA) de Bruselas. Poco después se adquirió el compromiso de reparar los 14 restantes. Algunos viajaron a la capital belga y tres, que ayer ultimaban su lavado de cara, se enviaron a Madrid.
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