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Reportaje:

Lorenzo, con una mano

El español, todavía lesionado, prueba su Yamaha en Qatar en los últimos ensayos previos al arranque del Mundial

Nadia Tronchoni

El miércoles por la tarde, Jorge Lorenzo, subcampeón mundial de MotoGP la pasada temporada, presentaba vía Twitter a sus "dos novias". Así llama el español a sus dos Yamaha M1, que aparecían cubiertas con una funda azul y ocultas en el taller del equipo en el circuito de Qatar, donde desde ayer y hasta hoy se celebrarán los últimos entrenamientos previos al arranque del Campeonato del Mundo, el 11 de abril, en ese mismo escenario.

Lorenzo estaba ansioso. Y mataba su nerviosismo con el fútbol -siguió el partido del Barça- y un "delicioso helado de tiramisú". Ayer volvió a subirse a su moto. No lo hacía desde que el 11 de febrero se fracturase la base del primer metacarpiano de la mano derecha mientras se entrenaba con una de cross. Cuatro semanas después no está totalmente recuperado, pero, con la primera prueba a la vuelta de la esquina, era vital que el mallorquín volviera a sentirse piloto.

El subcampeón, que acortó su sesión, quedó a 1,4s de Rossi, el más rápido
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"Lo importante es que ruede. Da igual que no sea competitivo, pero el piloto debe subirse a la moto", explica Ramón Forcada, su jefe de mecánicos. "Pilotar la moto será difícil", apuntaba el protagonista antes de los tests, que fueron ya de noche, como lo será la carrera. "La lesión mejora cada día", explicaba.

A pesar de los dolores que sintió durante toda la sesión, sobre todo al frenar, Lorenzo decidió no infiltrarse y salir con la protección de una férula de fibra de carbono que obligó a ensancharle el guante derecho. Realizó básicamente tandas de vueltas cortas, cenó y necesitó un masaje en la mano.

"Quizá tenga muchas dificultades y sólo pueda estar a diez segundos del tiempo más rápido", advertía Lorenzo, de 22 años, antes de empezar a rodar. Cerró el chiringuito a las once de la noche, una hora antes de lo previsto, y se quedó a 1,4 segundos de Valentino Rossi, que fue el más rápido. Aunque el objetivo no era ése: "Sólo quiero ver cómo estoy físicamente y recuperar las sensaciones con la moto". ¿Empezará el Mundial con desventaja? "En teoría, estoy peor que el año pasado, pero tengo uno más de experiencia, así que puedo estar más preparado. La lesión nos va a frenar un poco, pero el campeonato es muy largo. Hay que ser paciente", declaraba tras confesarse más maduro y reflexivo.

Está tranquilo. Fundamentalmente, porque, como decía su nuevo jefe de equipo, Wilco Zeelemberg, "la moto ha demostrado ser muy competitiva". Lo era ya el curso pasado y para éste los retoques han sido mínimos. "Yamaha nos pidió que detectáramos en qué podía mejorar. Y lo hemos hecho", concluía Forcada.

Jorge Lorenzo, durante una sesión preparatoria.
Jorge Lorenzo, durante una sesión preparatoria.REUTERS

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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